(Reporte de John Morales, meteorólogo de Telemundo)
Aunque los vientos con fuerza de huracán pueden desprender los techos de las casas, es el agua —las marejadas ciclónicas, las inundaciones, el oleaje y los ahogamientos en el mar— la que provoca casi nueve de cada 10 muertes en un huracán como Florence.
De todos estos eventos, la marejada ciclónica -"storm surge"- es el más peligroso: entre 1963 y 2012, el 49% de las muertes por huracán registradas en Estados Unidos fueron atribuidas a las marejadas ciclónicas, el 27% a la lluvia, el 8% al viento, 6% al oleaje, 6% fueron en altamar y 3% a causa de los tornados, reveló un estudio del Centro Nacional de Huracanes.
La marejadas ciclónica popularmente se compara con el tsunami y se espera impacte Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia tras la embestida del huracán Florence, según alertó el último boletín del Centro Nacional de Huracanes.
La marejada ciclónica de Florence probablemente será de entre 2 y 3 metros (7 y 11 pies) por encima de la superficie terrestre en partes de Carolina del Norte, de acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes. En otras áreas podría haber marejadas que dejen acumulaciones de agua de alrededor de 1,80 metros (6 pies), por encima de la altura promedio de una persona, o más.
No es una ola para surfear. Se trata en realidad de un incremento en el nivel del océano. Por eso es tan aterrador
"Existe la posibilidad de inundaciones que amenacen la vida" debido a un aumento del nivel del mar "moviéndose tierra adentro", dijeron los meteorólogos.
Sin embargo, las marejadas ciclónicas no son muros de agua como los de un tsunami, según suele creerse. Las generan los vientos de un huracán que soplan incesantemente hacia la playa; son una especie de cúpulas de marea alta que se forman a medida que el mar se extiende tierra adentro. Esta marea alta tiene olas destructivas en la superficie, y ocurre aparte de las mareas normales.
Es una invasión que echa abajo puertas y ocupa los edificios y deja los automóviles flotando a la deriva.
"Es el océano pero con un nivel elevado", dijo el experto en marejadas ciclónicas Hal Needham, director de Marine Weather and Climate (Clima y Ambiente Marino), una organización de Miami especializada en el análisis de riesgos de inundaciones para comunidades costeras. "No es una ola para surfear. Se trata en realidad de un incremento en el nivel del océano. Por eso es tan aterrador".
La marejada ciclónica tiene la misma velocidad del huracán, es decir que el agua del mar cobra de pronto —no hay manera de predecir el momento de la storm surge— el poder para avanzar en cuestión de minutos.
Y avanzar arrolladoramente: un metro cúbico de agua del mar pesa 1.032 kilos (1.728 libras), más de una tonelada.
El caso más conocido de la devastación que puede causar la marejada ciclónica se vio tras el paso del huracán Katrina, en 2005. "Al menos 1.500 personas perdieron la vida durante Katrina y muchas de esas muertes ocurrieron, directa o indirectamente, como resultado de la storm surge", ilustró el NHC. La inundación llegó a 9 metros (30 pies) por encima de lo normal.
Llamar al 911 no es una opción durante la marejada ciclónica: los autos no pueden moverse mientras sube el agua, que muchas veces en innavegable con botes. Dentro de una casa, una vez que la puerta cae por el peso del agua, las personas son impulsadas contra los objetos como en los rápidos de un río: no es posible maniobrar contra la fuerza y la velocidad.
No solo las zonas costeras están en riesgo. Las marejadas ciclónicas también invaden ríos y esteros. Y el director del Centro Nacional de Huracanes, Ken Graham, dijo que eso representa una preocupación especial respecto a Florence.
"Esas bahías, esos ríos y esas ensenadas, hay tanta marejada ciclónica que literalmente se le obliga al agua a fluir en la dirección opuesta", comentó Graham. "Puede haber marejadas ciclónicas incluso millas tierra adentro".
(Con información de AP)
MÁS SOBRE ESTE TEMA: