Miles de estadounidenses rindieron su reconocimiento al fallecido ícono nacional John McCain, cuyos restos permanecerán hasta el domingo en el Capitolio como parte de los homenajes iniciados hace dos días para despedir al héroe de guerra devenido en político.
(El discurso de George W. Bush)
Cientos de miembros del Congreso, incluidos sus 99 colegas del Senado, asistieron a la ceremonia que se realiza en la rotonda del Capitolio, un honor que se le ha otorgado solo a 30 estadounidenses a lo largo de la historia del país.
(Las palabras de Barack Obama)
Miles de personas hicieron fila fuera del Capitolio durante horas, muchas sosteniendo sombrillas para protegerse del sol, esperando su oportunidad de honrar a un patriota.
Entre los asistentes este sábado, estuvieron los ex presidentes George W. Bush y Barack Obama. El republicano se refirió a la amistad que lo unió al ex senador fallecido y señaló algunas de sus características.
"Disfruté de su amistad", comenzó su discurso Bush, dejando en claro que sus palabras se dirigirían más a lo que significó para él como persona que como político.
"Hablaba para la gente olvidada y odiaba el abuso de poder. Nació para defender los ideales de esta nación", siguió Bush, ahora si al referirse a la importancia de esta persona para la vida política norteamericana.
Por último, dijo que "el mundo es más pequeño sin él". Y señaló: "Lo recordaremos como un hombre fuerte e inigualable".
En tanto, Barack Obama resaltó: "Le gustaba ser impredecible".
"Creo que John llegó a entender la gran admiración que le tenía", manifestó, al tiempo que recordó algunas discusiones que tuvo.
"Él sufrió pero nunca perdió su optimismo y su energía. Mantuvo su espíritu feliz hasta el final", concluyó.
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