Los resultados de las primarias celebradas en Arizona y Florida, estados claves en las elecciones legislativas del próximo noviembre, arrojaron resultados opuestos, con una tendencia más moderada, los primeros, y un panorama más polarizado en Miami.
Arizona y Florida se jugarán en noviembre dos de los asientos más disputados en el Senado: el vacante que deja el senador arizoniano Jeff Flake, tras su retiro; y el actual escaño del senador demócrata Bill Nelson, a quien las encuestas no acompañan para su reelección.
De esta forma, ambos estados se han convertido en territorios fundamentales para los dos partidos, quienes luchan por hacerse con la mayoría en las dos cámaras del Congreso federal este otoño, ahora en manos republicanas.
Para pelear por esos escaños en el Senado, los republicanos escogieron a la congresista Martha McSally para hacerse con el asiento de Flake, la aspirante más moderada de los tres candidatos a la primaria.
Esa terna la completaban Kelli Ward, ferviente defensora del presidente Donald Trump, y el exalguacil del Condado de Maricopa Joe Arpaio, conocido por sus duras políticas antiinmigrantes.
Así, los votos ultraconservadores más cercanos al presidente se dividieron entre Ward y Arpaio, dejando como ganadora a McSally, más afín al "aparato" del Partido Republicano, con más 50 % de los votos.
Por su parte, la aspirante demócrata y también congresista Kirsten Sinema se hizo fácilmente con la victoria en las primarias de su partido, con un 81,3%, por lo que peleará con McSally en noviembre por llegar a la Cámara Alta estadounidense.
Sinema se ha erigido como una demócrata capaz de apelar a los independientes y a los republicanos moderados, en un estado que ha sido conservador desde hace décadas, por lo que su figura se ha construido alrededor del consenso.
Mientras los votantes de Arizona elegían candidatos más cercanos al centro, los resultados de las primarias de Florida han tenido un resultado más afín a los extremos, especialmente si atendemos a las primarias para la Gobernación.
Allí, la sorpresa de la jornada la dio el aspirante demócrata Andrew Gillum, actual alcalde de la capital del estado, Tallahassee, quien contra todo pronóstico se hizo con el triunfo frente a la favorita, Gwen Graham.
De esta forma, Gillum, respaldado por el ala más progresista del Partido Demócrata y por el excandidato a la Presidencia Bernie Sanders, se enfrentará al aspirante republicano que había apoyado Trump en las primarias, Ron DeSantis.
La carrera para gobernador de Florida, por tanto, adquiere un interés especial tras la sorpresiva victoria de Gillum en el bando demócrata, con el 34 % de votos, mientras que Gwen Graham, hija del gobernador de este estado Bob Graham (1979-1987) y quien partía como favorita en las últimas encuestas, logró el 31 %.
Gillum vio una escalada espectacular desde el tercer puesto en el que lo ubicaban los sondeos previos a la jornada de hoy, por atrás incluso del exalcalde de Miami Beach Philip Levine, que figuraba como segundo y finalmente ha quedado relegado a la tercera plaza.
Por otro lado, y como estaba previsto, el gobernador de Florida, Rick Scott, es oficialmente el candidato republicano para el Senado en Washington al hacerse con un 88 % de votos, muy por encima del otro aspirante Roque "Rocky" De La Fuente, que apenas sobrepasó un 11 % de votos.
Scott espera arrebatar en noviembre próximo el escaño en la Cámara Alta al demócrata Nelson, en una contienda crucial para el futuro control del Congreso y en la que el republicano lleva algunos puntos de ventaja, tal como lo reflejan sondeos previos a las primarias.
El país renovará el próximo noviembre los 435 asientos de la Cámara de Representantes, un tercio del centenar de senadores y una treintena de gobernaciones, una cita electoral sobre la que las encuestas apuntan a que los demócratas podrían recuperar terreno en el Legislativo.
Con información de EFE
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