Si le pasara a usted, ¿cómo reaccionaría?
Creyó que era un inofensivo tiburón peregrino, se lanzó al agua a esperarlo para tomarle fotos y videos, y cuanto lo tuvo frente a él se dio cuenta de lo que se le venía encima: un inmenso tiburón blanco, el depredador que sirvió de referencia a la película Tiburón.
Y, de nuevo, todo ocurrió cerca de Cape Cod, donde mismo filmaron ese largometraje.
Keith Ellenbogen es un experimentado fotógrafo submarino que lleva tiempo trabajando en el Santuario Nacional Marino Stellwagen Bank, un área de 840 millas cuadradas en la boca de la Bahía de Massachussets, entre el célebre Cabo Cod y Cabo Ann.
La mañana del 17 de agosto, él y un grupo de marinos de Stellwagen Bank vieron desde el bote una aleta que se movía lentamente y dejaba círculos en el agua, como suelen hacer los tiburones peregrinos, que no se caracterizan por atacar a seres humanos.
Ellenbogen se sumergió con la cámara a esperar la llegada de su modelo. Cuando las aguas turbias se aclararon un poco, supo que la aleta era de un tiburón blanco.
Mantuvo la calma, según le contó al diario Cape Cod Times, y nadó muy despacio hacia el tiburón, que venía avanzando hacia él.
"Tuvimos un intenso contacto visual", declaró el artista, que tiene una beca para promover la protección de la vida marina en el santuario y llevaba tiempo sin retratar algo que valiera la pena.
Dice que estuvieron a punto de tocarse, pero el tiburón torció hacia su izquierda y siguió su camino. Ellenbogen avisó entonces a la tripulación del barco para que lo sacaran lo más rápido posible.
Y no es el primer tiburón blanco visto en la zona últimamente.
De hecho, Ellenbogen tuvo la suerte que no le tocó al neoyorquino William Lytton, quien el pasado 15 de agosto salió de una playa cercana y cayó en la arena sangrando por una mordida de tiburón, que los especialistas de la División de Especies Marinas de Massachussets no han identificado aún como obra de un tiburón blanco.
Lytton permanece ingresado con buen pronóstico en el Centro Médico Tufts, de Boston.
"Para empezar, me alegra que Ellenbogen esté vivo", le dijo al Cape Cod Times Benjamin Haskell, el director del santuario. "Fue literalmente un encuentro cercano. Por alguna razón, a ese gran tiburón blanco no le interesó aquella cosa que estaba nadando cerca de él. Habría sido un bocado sabroso".