El policía detuvo al vehículo, que tenía una patente registrada en un robo agravado que se había producido días antes. Davon Shavelle Miller, el joven de 17 años que estaba al volante, trató de escapar corriendo.
El agente lo persiguió y logró derribarlo. Entonces, se le subió encima para esposarlo. Sin embargo, no podía vencer la resistencia del presunto delincuente.
El forcejeo era tan intenso, que un peatón acudió en ayuda del oficial, para tratar de controlar al joven. En ese momento, una guardia de seguridad se bajó de su auto y empezó a filmar la escena con su celular.
Lo más dramático ocurrió cuando Miller trató de sacarle el arma al policía. Desesperado, éste empezó a pedir ayuda.
Cuando vio a la mujer uniformada, le clavó la mirada, esperando que lo asista. Desesperado ante su indiferencia, le gritó: "¡Deja de filmar y ayúdame!".
Pero ella nunca colaboró. De todos modos, finalmente logró arrestar a Miller.
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