Así murió Mollie Tibbetts: la autopsia reveló cómo fue asesinada

Se conocieron los primeros informes que muestran cómo fue asesinada la joven de 20 años de Iowa

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Los informes preliminares de la primera autopsia realizada al cuerpo de la estudiante de psicología de la Universidad de Iowa, Mollie Tibbetts, revelaron que murió como consecuencia de "múltiples heridas producidas por elementos cortantes". 

La forma de muerte fue homicidio, afirmó el médico forense del estado. Además, confirmó que habrá más conclusiones de la autopsia que se conocerán en las próximas semanas.

Mollie Tibbets fue asesinada
Mollie Tibbets fue asesinada

El principal sospechoso del asesinato de Tibbetts, Cristhian Bahena Rivera, un inmigrante indocumentado de 24 años de México, está detenido en la cárcel del condado de Poweshiek. Confesó el crimen el pasado lunes, luego de haber sido interrogado por las autoridades en dos oportunidades.

Sin embargo, en su declaración jurada, Rivera dijo no recordar algunos detalles que serían claves para determinar la manera en que terminó con la vida de la universitaria. El homicidio se produjo en julio pasado cuando Mollie salió a correr en el atardecer en el pequeño pueblo de Brooklyn, Iowa.

Además de los resultados de la autopsia, el jueves también se supo que Rivera tenía una conexión con Tibbetts: había tenido un niño con una antigua compañera de la escuela de ella. También se supo que el homicida habría entrado en pánico cuando la joven le dijo -mientras éste la perseguía con su auto y ella corría haciendo ejercicio- que llamaría a la policía si continuaba acosándola.

El sospechoso, Christian Bahena Rivera,
El sospechoso, Christian Bahena Rivera, y la víctima, Mollie Tibbetts

La desaparición de Mollie Tibbetts el pasado 18 de julio había movilizado al estado de Iowa y a todo el país. Ocurrió después de que la joven estudiante saliera para realizar su rutina deportiva. Sin embargo, ni su novio ni su familia supo nada de ella desde esa tarde.

Rivera cayó en los ojos de los investigadores luego de que cámaras de seguridad mostraran que su automóvil iba y venía por las calles de Brooklyn, un pequeño pueblo en Iowa con no más de 1.500 habitantes. Ese día, el 18 de julio, los movimientos que realizó con su vehículo -un Chevy Malibu oscuro- llamaron la atención de los detectives tras chequear las cámaras.

¿Quién era y por qué ese hombre se comportaba así frente al volante? Rivera fue interrogado por primera vez y negó saber algo. Pero nadie quedó convencido al respecto. El lunes, fueron más severos con el interrogatorio hasta que se quebró.

El asesino vivió en la zona entre 4 y siete años. Había trabajado en diferentes lugares, siempre indocumentado. Pero -de acuerdo con los primeros registros- jamás tuvo un problema con la ley.

Al confesar y declarar bajo juramento, Rivera admitió que había visto correr a Mollie en la carretera y que decidió seguirla. Lo hizo desde atrás y, en un momento, a su par en la ruta. Mollie se sintió acosada. Nerviosa, lo advirtió: llamaría a la policía sino revertía su conducta.

La desaparición de la joven había desatado una masiva búsqueda que incluyó a decenas de agentes del FBI, además de las agencias policiales local y estatal. Los esfuerzos se concentraron en el área de Brooklyn y sus alrededores, incluyendo granjas, estanques y viviendas.

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