No solo los adultos están preocupados por la adicción que generan los teléfonos inteligentes sobre los jóvenes. Un flamante estudio del centro de investigación de Pew reveló que los propios adolescentes se sienten atados a las pantallas de sus smartphones.
Según el reporte, el 60 por ciento de los adolescentes de entre 13 y 17 años asegura que el hecho de pasar demasiado tiempo online representa un gran problema que afecta a su colectivo. Más de la mitad de ellos, exactamente el 54 por ciento, reveló pasar demasiado tiempo al teléfono, mientras que el 41 por ciento asegura que siente que su uso de las redes sociales es excesivo.
Según datos compartidos por Common Sense Media, los adolescentes pasan un promedio de nueve horas diarias online, comparado a seis horas para los jóvenes de entre 8 y 12 años, o los 50 minutos que pasan aquellos de entre 0 y 8 años. De cualquier forma que se lo analice, los números preocupan.
El último estudio de Pew revela que los jóvenes son conscientes de su adicción a la tecnología, pero son incapaces de hacer algo al respecto. Expertos aseguran que esto tiene lógica si se tienen en cuenta los cambios hormonales y neurobiológicos que atraviesan los adolescentes, los cuales hacen que sientan una mayor necesidad de pertenecer, ser respetados y admirados.
Las redes sociales les brindan la gratificación instantánea y validación que tanto necesitan, así sea a un costo elevado para su salud mental.
A su vez, los padres revelaron sentirse preocupados por el uso que sus hijos le dan a los teléfonos, con el 65 por ciento de ellos que asegura que los adolescentes pasan demasiado tiempo tras la pantalla. Un tercio de ellos dijo sentirse extremadamente preocupado. Más de la mitad, el 57 por ciento, aseguró poner límites en lo que hace al uso de la tecnología en el hogar.
Pero probablemente lo más revelador del estudio fue que los propios jóvenes revelaron sentirse preocupados por la adicción de sus propios padres al teléfono. Mientras que el 72 por ciento de los progenitores asegura que sus hijos suelen estar demasiado distraídos como para entablar una conversación cara a cara, el 51 por ciento de los jóvenes dijo lo mismo sobre sus padres.
Esto saca a la luz un desafío creciente en lo que hace a la crianza de los más jóvenes en la era tecnológica, con padres que se quejan de la adicción al teléfono de sus hijos pero que en la mayoría de los casos fallan en reconocer su propio vicio digital.
"Los niños por lo general suelen imitar lo que hacemos y no lo que decimos" explicó Donald Shifrin, profesor de pediatría de la escuela de medicina de la universidad de Washington, no involucrado en el estudio de Pew.
"Los padres somos la puerta por la que los jóvenes ingresarán al mundo" concluyó el experto.