El ex miembro de las SS Jakiv Palij, acusado por los Estados Unidos de complicidad en el asesinato de siete mil judíos cuando ejercía de guardia "voluntario"en el campo de concentración nazi de Trawniki, en territorio polaco, llegó este martes a Alemania tras ser expulsado por las autoridades estadounidenses.
Después de la II Guerra Mundial, Palij, nacido en Polonia, emigró a los Estados Unidos, y a su llegada al país en 1949, ocultó su reciente pasado e indicó como única actividad la de campesino. En 1957 le fue concedida la ciudadanía estadounidense, pero cuando décadas más tarde salió a la luz su pertenencia a las filas nazis, se la retiraron.
Aunque un juez ordenó la deportación de Palij en 2004, siguió viviendo en el limbo en su casa de Queens, porque ningún país quería aceptarlo.
Los tribunales estadounidenses no lo pueden juzgar por crímenes cometidos durante la II Guerra Mundial que no hayan tenido lugar en su territorio.
No obstante, Alemania había rechazado hasta ahora hacerse cargo de Palij al no haber poseído nunca la ciudadanía alemana, y con el argumento, además, de que no existía ninguna orden de detención en su contra por asesinato o complicidad en asesinato.
Según el periódico Bild, el hecho de que fuera reclutado por oficiales de las SS como "guardia voluntario", que recibiera formación en campos alemanes y que fuera incorporado en la maquinaria de exterminio nazi no habían sido hasta el momento puntos tenidos en cuenta por el Gobierno alemán.
Tampoco Polonia y Ucrania -país al que pertenece actualmente la ciudad en la que nació Palij- querían acoger al ex nazi.
Con el fin de avanzar en el genocidio de los judíos en el este de Europa, las SS reclutaron más de 5.000 civiles y prisioneros de guerra "particularmente leales" -principalmente ucranianos y personas de origen alemán- a los que llamaban "voluntarios".
Palij ha negado siempre haber participado activamente en crímenes de guerra y asegura que su cometido, al que dice le habían obligado, era el de vigilar "puentes y ríos", según declaró en 2003 en una entrevista con el New York Times.
Sin embargo, el responsable de la investigación abierta en los Estados Unidos contra Palij le considera "un elemento esencial en la maquinaria de exterminio" de los campos nazis.
Queda en el aire si se abrirá un proceso en Alemania en su contra, pues "la mera pertenencia a las SS o la formación recibida en Trawniki no son punibles según el derecho alemán", señaló en mayo pasado el fiscal Jens Rommel.
Palij llegó el martes en la mañana al aeropuerto de Düsseldorf, y fue trasladado a un centro de cuidados geriátricos cerca de Münster, según la prensa alemana.
"La obligación que deriva de nuestra historia implica la aceptación y un debate honesto sobre los crímenes del régimen de terror nazi. Nosotros asumimos la responsabilidad hacia las víctimas del nacionalsocialismo así como hacia nuestros socios internacionales", declaró el ministro de Relaciones Exteriores alemán Heiko Maas al diario Frankfurter Allgemeine Zeitung.
La Fiscalía de Würzburg había abierto en 2015 una investigación contra Palij, que tuvo que volver a cerrar por falta de pruebas.
El caso se encuentra desde entonces en la Oficina central para el esclarecimiento de los crímenes del nacionalsocialismo, con sede en Ludwigsburg.
(Con información de EFE, AFP y AP)
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