Un nuevo estudio reveló que niveles significativos del herbicida de origen químico conocido como glifosato fueron encontrados en una variedad de cereales de desayuno populares en los EEUU, además de avenas y barritas que son directamente comercializados a los niños.
Las pruebas revelaron que el glifosato, un ingrediente activo del herbicida Roundup de Monsanto, estaba presente en todos menos dos de los 45 productos derivados de la avena que fueron puestos bajo la lupa del Environmental Work Group, un ente dedicado a la salud pública.
Alrededor de tres de cada cuatro productos excedieron los límites que la organización considera como seguros para consumo infantil. Entre los alimentos que registraron mayores niveles de glifosato se encontraron distintos tipos de granola, avenas y barritas elaboradas por líderes de la industria, de la talla de Quaker, Kellogg's y General Mills, el gigante detrás de la marca Cheerios.
Una muestra de la avena de Quaker denominada como "Old Fashioned" o receta tradicional, registró mediciones de más de una parte por millón de glifosato, algo que se ubica dentro de los límites seguros de la Agencia de Protección Ambiental (EPA). De cualquier manera, los expertos advierten que el organismo se encuentra trabajando en una demorada actualización de sus estándares.
El Environmental Work Group compartió que los límites federales han quedado desactualizados y que la mayoría de los alimentos que se pusieron a prueba superaban los niveles de glifosato catalogados como seguros por otros organismos más exigentes que la EPA.
"Crecí comiendo Cheerios y avena Quaker, mucho antes de que estos comenzaran a ser contaminados con glifosato" dijo Ken Cook, presidente de EWG. "Nadie quiere comer herbicida como desayuno, y nadie debería tener que hacerlo" agregó.
Cook dijo que la organización que controla le pedirá al EPA que limite el uso de glifosato en cultivos y también alertó que las compañías deberían tomar la delantera debido a la "naturaleza anárquica" del ente regulador bajo el paraguas de la administración Trump.
"Resulta muy perturbador que los cereales que los niños comen contengan glifosato" dijo Alexis Temkin, toxicólogo y autor del reporte. "Los padres no deberían tener que pensar que al momento de alimentar a sus hijos con avenas saludables en realidad los están exponiendo a un químico asociado al cáncer" explicó. "El gobierno debería tomar medidas para proteger a nuestra población más vulnerable".
El hallazgo le sigue de cerca a una decisión histórica de una corte de San Francisco, la cual la semana pasada ordenó a Monsanto que pague USD 289 millones a Dewayne Johnson, un hombre de 46 años que contrajo cáncer y que alegó ante la justicia que el gigante agroquímico no le alertó sobre los riesgos para la salud que representa su herbicida Roundup.
A pesar de que Monsanto asegura que el glifosato ha sido usado durante décadas de forma segura, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo ha catalogado como "un probable carcinógeno", mientras que las autoridades del estado de California lo han incluido en su lista de químicos "conocidos por causar cáncer".
El pasado mes de abril, correos electrónicos obtenidos de la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) revelaron que científicos habían encontrado glifosato en una gran variedad de alimentos de uso masivo, al punto de resultar casi imposible identificar alguno sin la presencia del químico.
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