Desde que le descubrieron en abril pasado ese maldito cáncer de colón en estado III (avanzado), Robert Goodman decidió pelearla. Se sometió a una cirugía para que le extirparan el tumor y luego a largos tratamientos que mermaron sus fuerzas.
Cuando sus médicos le avisaron que debería someterse a una nueva serie de sesiones de quimioterapia, este maestro de la Florida descubrió que ya había agotado los días de licencia por enfermedad autorizados por en trabajo. Necesitaba 20 días más. Pero ya no los tenía.
El 23 de julio, desde la cama en la que estaba internado en el Tomsich Health and Medical Center de Palm Beach, se tomó una selfie y publicó un mensaje en su Facebook pidiendo ayuda.
Nunca imaginó lo que sucedería, entonces.
En los siguientes cuatro días, le llegaron mensajes de otros maestros (de su escuela y de otras), empleados administrativos y hasta trabajadores de los comedores escolares de todo el país que le ofrecieron donar sus días por enfermedad para que Robert pudiese continuar con su tratamiento. Juntó suficientes días para cubrir un semestre entero de clases.
"No puede creer que ocurrió tan rápido", le dijo Goodman a CNN.
"Educadores de todo el país me contactaron para donarme sus días de licencia por enfermedad, incluso profesores de la Florida Atlantic University", dijo el docente de 56 años. "Me siento culposo porque sé que hay gente que la está pasando mucho peor que yo".
Goodman, que además de maestro es músico y compositor, está tomando el tiempo de convalecencia para componer nuevas canciones. "Cualquiera puede tener cáncer, pero no cualquiera está dispuesto a ayudar", dijo.
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