Mira a cámara. Sonríe, se tapa la boca con un pequeño espejo, y estalla de risa. Así se la veía a Mollie Tibbetts un día antes de desaparecer, el pasado 18 de julio en Brooklyn, Iowa.
El video fue publicado por Jarrett Rose, un amigo, en su página de Facebook. El joven también difundió otro clip en el que se ve a la estudiante de la Universidad de Iowa bailando salsa en un gimnasio.
"Tu voz hace eco en mi corazón cada día y me da la inspiración para no rendirme contigo. Nadie lo ha hecho ni perderá jamás las esperanzas ni dejará de buscarte. ¡Ninguna pista es insignificante! Por favor, contáctense a las líneas para dar pistas. Te traeremos de vuelta a casa Mollie, y estarás bailando salsa en cualquier momento", escribió Rose.
Días atrás se creyó por unos momentos que la desesperada búsqueda de la joven de 20 años podría haber terminado de la peor forma. Es que autoridades del estado habían hallado el cuerpo de una mujer de edad similar, a unos 160 kilómetros de donde fue vista por última vez.
El cadáver de la joven -blanca y de edad similar a la de Mollie– fue encontrado en el Condado de Lee, en Iowa, de acuerdo con el diario Des Moines Register. Sin embargo, los investigadores descartaron esa posibilidad tras cruzar los datos de ambas víctimas, una desaparecida y la otra muerta sin identificar aún.
Una vez descartado esta pista -que hubiera representado el peor final para la joven estudiante de la Universidad de Iowa– los investigadores del FBI pusieron nuevamente el foco en un granjero. Un criador de cerdos de la zona al que fueron a interrogar dos veces. Creen que algo sabe sobre la desaparición de Mollie.
Wayne Cheney dice que está tranquilo y que no tiene nada que ocultar a los detectives que siguen el caso. Incluso les ofreció inspeccionar enteramente su propiedad. En diálogo con Fox News, el granjero indicó que no conoce quién es la víctima desaparecida, ya que nunca estuvo en Brooklyn, una ciudad bastante lejana de donde él vive.
Quizá lo que hizo levantar las sospechas respecto a su versión es que el FBI le ofreció someterse a una prueba poligráfica para saber si mentía o no respecto de Mollie. Fue el jueves pasado, y Cheney se rehusó. Fueron dos los agentes federales que lo entrevistaron. "No sé quiénes eran esos dos, pero me llevaron al cuartel de bomberos el martes y me interrogaron durante dos horas. Sabía que era una pérdida de tiempo", dijo el hombre.
Mollie desapareció el pasado 18 de julio. Fue luego de que saliera a correr. Su novio Dalton Jack fue el último en verla con vida. Eran las 7:30 p. m. de aquella jornada. Horas después, a las 10 p. m., el joven recibió un mensaje de ella desde su cuenta de Snapchat. Luego de eso, el silencio absoluto.
Su madre, Laura Calderwood, cree que aún está viva. Que alguien la secuestró y que la mantiene como rehén. Está desesperada: "Si alguien la ha secuestrado, le suplicamos que la libere. Es nuestra mayor esperanza que, si alguien la tiene, que simplemente la liberen y reclamen ese dinero que hemos recaudado para su libertad".
Por ahora parecería que es poco lo que la policía de Iowa tiene como prueba respecto de Mollie, la joven más buscada en los Estados Unidos.
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