El gobierno de Donald Trump tiene planeada una nueva y pronunciada reducción del límite de refugiados que EEUU admite anualmente, que llevaría la cifra a un máximo de 25.000, un descenso de más de 40% con respecto a la actualidad.
Según informó el New York Times, con base en testimonios de dos ex funcionarios y una persona cercana a las discusiones, la Casa Blanca ve más factible este cambio, a diferencia de las reducciones previas que enfrentaron una parcial resistencia en el seno del Gobierno. Stephen Miller, asesor presidencial, es señalado como el principal impulsor de estas medidas.
En el último año de la gestión de Barack Obama, el límite anual estuvo fijado en 110 mil. Tras asumir el cargo, Trump emitió un decreto bajando el número máximo a 50.000 personas, diciendo que una cifra mayor sería "perjudicial para los intereses de los Estados Unidos".
Posteriormente, en septiembre pasado, el Departamento de Estado envió al Congreso la cifra máxima de 45.000 refugiados que el Gobierno estadounidense admitiría en el año fiscal que comenzó el 1 de octubre y concluirá el 30 de septiembre de 2018. Esta cifra se desglosaba en un máximo de 19.000 refugiados de África, 5.000 del este de Asia, 2.000 de Europa y Asia Central, 1.500 de América Latina y el Caribe y 17.500 de Oriente Medio y el sur de Asia.
Aún no trascendió cómo se repartiría la cifra una vez reducida, pero representaría un nuevo mínimo histórico desde el inicio del programa, lanzado en 1980. Antes del inicio de la Administración Trump, nunca había bajado del piso de 67.000.
El Times agregó que aunque el Departamento de Estado suele favorecer el programa de refugiados, el secretario de Estado, Mike Pompeo, estaría siendo asesorado por dos funcionarios cercanos a la línea dura de Miller.
Diversos expertos coinciden en señalar que los refugiados no representan un peligro para el país porque son el grupo con mayores restricciones para su admisión, al pasar por un exhaustivo proceso de escrutinio que en promedio dura entre 18 y 24 meses. Trump ha criticado la política hacia los refugiados y alertó de que algunos podrían ser en realidad "terroristas".
El presidente tiene hasta finales de septiembre para fijar la cifra final, ya que debe ser establecida para el 1 de octubre, fecha en la que inicia el nuevo año fiscal. Se espera que sea revelada con antelación para que el Congreso esté en conocimiento del tema.
(Con información de EFE y Reuters)
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