Quiénes fueron los 5 mejores presidentes de los últimos 100 años en Estados Unidos

Una encuesta reveló cuáles son los mandatarios más reconocidos para las distintas generaciones de estadounidenses. Encabezan las preferencias tres demócratas y dos republicanos. Con estilos muy distintos, y políticas contrapuestas, se destacaron por su capacidad de liderazgo

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De izquierda a derecha, John F. Kennedy, Donald Trump, Bill Clinton, Ronald Reagan y Barack Obama
De izquierda a derecha, John F. Kennedy, Donald Trump, Bill Clinton, Ronald Reagan y Barack Obama

Cuando se les pregunta a los estadounidenses quién fue el mejor presidente que tuvieron en el transcurso de sus vidas, tres de cada diez eligen a Barack Obama (2009 — 2017). Tiene una ventaja: todos los que participaron de la encuesta realizada por el Pew Research Center fueron testigos de su presidencia, pero sólo una minúscula proporción había nacido cuando gobernaba el primero del período, Woodrow Wilson (1913 — 1921).

A pesar de que los menores de 30 años no vivieron su administración, el segundo más valorado es Ronald Reagan (1981 — 1989), elegido por dos de cada diez. Después aparecen dos de los mandatarios más recientes: Bill Clinton (1993 — 2001), con 13%, y Donald Trump (2017 — ), con 10 por ciento. Completa el quinteto de los preferidos uno de los más icónicos de la historia de Estados Unidos, John F. Kennedy (1961 — 1963), votado por el 7 por ciento.

Ningún otro jefe de Estado de los que pasaron en el último siglo alcanza siquiera un 5% de adhesiones. Los que más se acercan son George W. Bush (2001 — 2009; 3%), George H.W. Bush (1989 — 1993; 3%), Jimmy Carter (1977 — 1981; 2%), Dwight D. Eisenhower (1953 — 1961; 1%) y Lyndon B. Johnson (1963 — 1969; 1%).

Cuando se analiza el promedio general, se ve un reparto bastante equilibrado entre los dos grandes partidos políticos estadounidenses. El primero, el tercero y el quinto pertenecen al Partido Demócrata. El segundo y el cuarto son del Partido Republicano.

Al separar a los encuestados según su orientación partidaria, se encuentran enormes diferencias. La mitad de los simpatizantes demócratas elige a Obama como el mejor, el 19% se inclina por Clinton y el 8% por Kennedy. Los dos que siguen son representantes de la fuerza rival: Reagan (6%) y Bush padre (2%).

En cambio, el 41% de los republicanos considera que el mejor fue Reagan, y el 22% opina que es Trump. Curiosamente, los otros tres más votados son demócratas: Obama (8%), Clinton (6%) y Kennedy (6%). Recién entonces aparecen Bush hijo y padre, con 6 y 4 por ciento.

También surgen muchas diferencias cuando se divide a las personas según su edad. El 46% de los millennials, que tienen de 22 a 37 años, optan por Obama. El 18% prefiere a Clinton, el 12% a Trump y el 8% a Reagan, que es el más popular entre todos los demás grupos de edad.

El republicano que gobernó durante casi toda la década del 80 es elegido por el 33% de quienes pertenecen a la Generación X, que tienen entre 38 y 53 años. El 27% se inclina por Obama, el 15% por Clinton y el 8% por Trump. El 27% de los Baby Boomers, que van de 54 a 72 años, nombra a Reagan. El 19% prefiere a Obama, el 16% a Kennedy, el 11% a Clinton y el 9% a Trump.

Recién cuando se observa a los más grandes, que son los miembros de la Generación Silenciosa (de 73 a 90 años), aparece un presidente de la primera mitad del siglo XX, que es Franklin D. Roosevelt (1933 — 1945), elegido por el 7 por ciento. De todos modos, los más populares dentro de este grupo son Reagan (23%), Kennedy (17%), Obama (11%), Trump (8%) y Eisenhower (7%).

Barack Obama
Barack Obama

El presidente que rompió una barrera infranqueable

El estudio del Pew Research Center muestra que a Obama no sólo lo eligen los más jóvenes. Es el segundo más nombrado en dos de los otros tres grupos generacionales, y sólo está tercero entre los mayores de 70 años.

"Durante la presidencia de Obama se vivió un crecimiento económico sostenido después de una de las peores recesiones de la historia estadounidense. Además, logró una gran victoria legislativa con la sanción de la Affordable Healthcare Act (la reforma sanitaria conocida como Obamacare). Adoptó posiciones liberales en asuntos como el matrimonio entre personas del mismo sexo y tuvo una mano firme en política exterior. Su gobierno fue, en muchos aspectos, predecible y estuvo en gran medida libre de escándalos", dijo a Infobae Craig M. Burnett, profesor del Departamento de Ciencia Política en la Universidad Hofstra.

La carrera de Obama se destacó por su vertiginosidad. Tras una infancia atípica, que se repartió entre Hawaii e Indonesia, estudió ciencia política en la Universidad de Columbia. Luego se trasladó a Chicago, donde comenzó a realizar un importante trabajo social. Después regresó al mundo académico para estudiar derecho en Harvard, donde se convirtió en el primer presidente afroamericano de la prestigiosa revista Harvard Law Review.

Ronald Reagan
Ronald Reagan

Tras doctorarse, ya era una figura destacada, y comenzó a dar clases en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chicago. Poco después, en 1996, inició su carrera política en el Partido Demócrata. Ese año ganó una banca en el Senado de Illinois, donde permaneció hasta 2004, cuando se convirtió en senador nacional. Cuatro años más tarde se impuso a Hillary Clinton en la primaria de su partido y llegó a la Casa Blanca tras vencer a John McCain, convirtiéndose en el primer presidente negro en la historia del país.

"Su legado es mixto. Tuvo éxitos, pero terminaron matizados por acciones incompletas. Su política de salud, por ejemplo, fue un paso en la dirección correcta, pero sólo inició la conversación y todavía falta mucho para que sea un tema saldado", sostuvo Michael Grossman, profesor del Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales de la Universidad de Mount Union, consultado por Infobae.

"Su mayor logro probablemente sea haber sacado a Estados Unidos de la crisis financiera de 2008 —continuó—. Pero ni siquiera eso se hizo completamente bien. Rescató a los bancos y a las grandes industrias, pero los que estaban sufriendo a nivel individual quedaron afuera de la recuperación. En el Medio Oeste y en las regiones más pobres del país muchos perdieron sus casas y sus trabajos, mientras las corporaciones entregaban bonus".

Bill Clinton
Bill Clinton

El 9 de octubre de 2009, cuando no llevaba ni diez meses como presidente, Obama fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz "por sus esfuerzos para fortalecer la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos". En 2012 obtuvo la reelección venciendo a Mitt Romney. Su ocaso empezó tras la derrota en los comicios de medio término de 2014, que lo dejó en minoría en ambas cámaras del Congreso. Concluyó su presidencia el 20 de enero de 2017 con un 58% de aprobación, según una encuesta de Gallup.

"Su política exterior también tuvo resultados mixtos —dijo Grossman—. Establecer relaciones formales con Cuba fue importante, pero su impulso a cambios de régimen, especialmente en Siria y en la ex Unión Soviética, destruyó lo poco que había conseguido para construir un vínculo de confianza con Rusia. Prometió cerrar Guantánamo, pero cedió cuando la oposición se puso muy dura. Había criticado a Bush, pero durante su administración se incrementó el uso de drones para asesinatos selectivos. Reconstruyó la relación con nuestros aliados en Europa, lo cual fue relevante, pero permitió que la NSA espiara a la canciller alemana, Angela Merkel".

Robert C. Rowland, profesor del Departamento de Estudios de Comunicación de la Universidad de Kansas, destacó otra dimensión de la presidencia de Obama, mucho más intangible en términos de resultados concretos, pero no despreciable. "Creo que igualmente importante fue la manera en la que se condujo como presidente. No hubo ni un solo indicio de escándalo durante sus dos mandatos, y habló con elocuencia de muchos asuntos, como lo que significa ser estadounidense. En eso ha sido comparado con justicia con Abraham Lincoln, Roosevelt, Kennedy y Reagan", dijo Rowland a Infobae.

Donald Trump
Donald Trump

El actor que terminó convirtiéndose en un líder político

A pesar de que dejó el poder hace casi 30 años, su administración está en la memoria de buena parte de la población. Reagan es, con mucha ventaja, el predilecto de los republicanos, y es el más popular a nivel general entre los mayores de 37 años.

"Es visto por muchos estadounidenses como un presidente inspiracional, que dio vuelta al país después de un período de mucha agitación en los 60 y en los 70. No habíamos tenido buenos líderes políticos en ese tiempo y la economía estaba muy mal. Muchos creían que la Unión Soviética estaba ganando la Guerra Fría. Reagan ayudó a revertir todo eso y lo hizo de una manera muy agradable. A gente de los dos partidos les gustaba él como persona", explicó Paul G. Kengor, profesor de ciencia política y director del Centro para la Visión y los Valores del Grove City College, en diálogo con Infobae.

"Por eso Reagan se convirtió en el estándar dorado de los republicanos —continuó—. Es por mucho el presidente más exitoso y popular que vieron a lo largo de sus vidas. Realmente, él y Lincoln son los dos grandes presidentes republicanos".

John F. Kennedy
John F. Kennedy

A diferencia de Obama, que desde muy joven ambicionaba con tener un lugar preponderante en la política estadounidense, Reagan se imaginaba como una celebridad de otro tipo. Si bien estudió economía y sociología en el Eureka College de Illinois, el mundo de la farándula lo cautivó rápidamente. Primero fue la radio, donde empezó como relator de partidos de fútbol americano, y luego fueron el cine y la televisión, que le permitieron hacerse conocido como actor.

Su debut cinematográfico fue en 1937, como protagonista del filme Love Is on the Air. Su carrera actoral duró 28 años, en los cuales participó de unas 80 películas, cortos y series televisivas. La gran mayoría, "clase B" y sin demasiada repercusión.

El interés por la política llegó de la mano de su rol como presidente del sindicato de actores. Tuvo un papel muy controversial, alineado al senador Joseph McCarthy, protagonista de una cacería de brujas contra miembros del espectáculo acusados de ser agentes externos por simpatizar con el comunismo o con la izquierda en general. Así nació el concepto de macartismo.

Donald Trump y Barack Obama, en el momento del cambio de mando (AFP)
Donald Trump y Barack Obama, en el momento del cambio de mando (AFP)

Aunque originalmente era demócrata, se volvió muy popular entre los republicanos y en 1962 se afilió al partido. En 1966 ganó la gobernación de California, donde ejerció dos mandatos. Tras perder en dos ocasiones la primaria republicana para ser candidato a presidente —contra Nixon en 1968 y contra Gerald Ford en 1976—, se impuso en 1980. En las elecciones generales derrotó a Carter y se convirtió en presidente a los 70 años.

"Mientras estuvo en el gobierno, la economía se fortaleció, el poder militar estadounidense se expandió y la Unión Soviética comenzó un rápido declive, que llevó a su deceso en tiempos del primer Bush. Durante su primer mandato, especialmente, se rodeó de un grupo de asesores muy preparados y usó los resortes del poder para avanzar en un conjunto coherente de programas", dijo a Infobae Joseph A. Pika, profesor emérito del Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales de la Universidad de Delaware.

Por muchas de esas razones, fue reelecto con amplitud en 1984, tras ganar en 49 de los 50 estados. Sin embargo, la historia podría haber sido una gran tragedia. Apenas 69 días después de asumir su primer período, Reagan sufrió un atentado contra su vida. John Hinckley Jr., que luego sería declarado inimputable por demencia, le disparó a la salida de una conferencia en Washington. La bala le perforó un pulmón y estuvo a punto de matarlo, pero sobrevivió y se recuperó sin problemas.

Ronald Reagan, junto a su esposa Nancy, en su desfile de asunción
Ronald Reagan, junto a su esposa Nancy, en su desfile de asunción

"Reagan proyectó un aura de calma, dignidad y gravedad como presidente —dijo Pika—. Restauró el liderazgo. Hay que recordar que la mayoría de los republicanos se habían puesto en contra de Nixon cuando dejó la presidencia con deshonor (debió renunciar 1974 antes de que lo destituyeran por el escándalo Watergate), y Ford, también republicano, pareció reducir el tamaño del puesto y su influencia. Carter, su predecesor, lucía ineficaz y pequeño, y Estados Unidos lo sufrió".

No obstante, no todos quieren a Reagan. Las reformas promercado en las que se cimentó el crecimiento económico de su gobierno, que redujeron impuestos, eliminaron regulaciones financieras y disminuyeron el poder de los sindicatos, son vistas por sus críticos como responsables del incremento sostenido de la desigualdad registrado desde 1980.

"Entre sus fracasos —dijo Kengor—, Reagan dejó un gran déficit fiscal, aunque él no lo inventó. Por otro lado, muchos señalan como su mayor escándalo político al caso Irán-Contra (la venta prohibida de armas a Irán cuando estaba en guerra con Irak, y el financiamiento irregular del movimiento Contra, que buscaba derrocar al gobierno sandinista en Nicaragua). Su mayor arrepentimiento en política exterior fue desplegar marines en Beirut, Líbano, donde 241 murieron en un ataque suicida en 1983″.

Reagan concluyó su gobierno en 1989 con un 62% de aprobación, según datos de Gallup. En 1994 contó que padecía Alzheimer, pero vivió diez años más. Murió el 5 de junio de 2004.

Bill Clinton, junto a su esposa Hillary
Bill Clinton, junto a su esposa Hillary

Tres historias y tres estilos muy diferentes

Kennedy tuvo el mandato más corto de todos los presidentes que gobernaron en los últimos 100 años. Fueron sólo 2 años, 11 meses y 2 días, interrumpidos por el magnicidio que terminó con su vida el 22 de noviembre de 1963 en Dallas, Texas.

Lee Harvey Oswald fue el único imputado, aunque nunca llegó a ser condenado porque lo asesinaron dos días después, mientras era trasladado por la Policía. Un comité investigador de la Cámara de Representantes sostuvo en 1979 que el asesinato podría haber formado parte de una conspiración mayor, nunca esclarecida.

Su juventud —tenía 43 años cuando asumió—, su carisma, haber sido el primer presidente católico, la cercanía a figuras del espectáculo como Marilyn Monroe, y su trágica muerte, lo convirtieron en un símbolo de la política estadounidense. Por eso no llama la atención que esté entre los mandatarios que más se recuerdan.

Donald Trump y uno de sus ademanes habituales (AP Photo/Jeff Roberson)
Donald Trump y uno de sus ademanes habituales (AP Photo/Jeff Roberson)

Durante su breve presidencia se produjo la fallida invasión en Bahía Cochinos, que terminó de sellar el acercamiento de la Revolución Cubana a la Unión Soviética. El mayor coletazo de ese episodio fue la Crisis de los misiles, en octubre de 1962, cuando Estados Unidos descubrió que había en la isla bases con proyectiles nucleares. Además, el país se involucró de manera decisiva en la Guerra de Vietnam bajo su supervisión.

Clinton asumió la presidencia en un contexto muy diferente de la política estadounidense y del mundo. Recién concluida la Guerra Fría, el énfasis de su gestión estuvo en el plano doméstico. Ganó las elecciones de 1992 venciendo al entonces presidente George H.W. Bush haciendo hincapié en los problemas económicos que enfrentaba el país. Durante su presidencia la producción volvió a crecer, bajó el desempleo y se sanearon las finanzas públicas.

Su segundo mandato quedó marcado por el escándalo de Monica Lewinsky, que hacía una pasantía en la Casa Blanca cuando Clinton era presidente. En enero de 1998 llegó a los medios la noticia de que el Presidente había mantenido relaciones sexuales con ella. El Presidente lo negó en un primer momento, pero luego debió reconocerlo.

John F Kennedy en pleno discurso en 1962 (Getty)
John F Kennedy en pleno discurso en 1962 (Getty)

Clinton fue sometido a un impeachment, acusado de perjurio por haber negado el vínculo con la pasante durante el juicio del caso Paula Jones —en el que se lo investigaba por acoso sexual—. A pesar de que los demócratas eran minoría en el Senado, obtuvo el respaldo de algunos republicanos para lograr la absolución que le permitió continuar en el cargo.

La historia de Trump recién empieza a escribirse. Siendo el presidente en ejercicio, es esperable que muchos de sus seguidores más enfervorizados lo consideren el mejor que vieron en sus vidas, así como sus mayores detractores creen que es el peor.

Lo que está claro es que un año y siete meses en la Casa Blanca le alcanzaron para diferenciarse de sus predecesores. Habrá que esperar algunos años para saber cuál es el resultado de sus políticas y cómo será evaluado cuando deje la presidencia.

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