El video es dramático. Crudo. Y elocuente. Muestra desde la cámara adherida al cuerpo de un oficial de la Policía Metropolitana de Las Vegas cómo este dispara a través del parabrisas del móvil a dos delincuentes –René Núñez y Fidel Miranda– que intentan escapar tras cometer un crimen. La propia dependencia policial hizo su propia descripción de la escena: "Un encuentro dramático".
El hecho ocurrió el miércoles pasado por la mañana y fue el asistente del sheriff Tim Kelly quien informó a los medios sobre los detalles del incidente del tiroteo. Las imágenes documentaron los minutos finales de la terrible y mortal persecución.
Los sospechosos dispararon 34 veces a oficiales a lo largo de las concurridas calles cerca del centro de Las Vegas. Al ver la amenaza que representaban tanto para ellos como para el resto de la comunidad, los agentes del orden repelieron el ataque.
Durante la recorrida en busca de los criminales, el agente a cargo –William Umana– describe la aterradora situación por radio. "¡Están disparando! ¡Están disparando!", grita, mientras otra patrulla se le une en la persecución. "¿Está herido?", es la consulta desde la base policial. "¡No!", es la respuesta del oficial.
Sobre el final del video, cuando el agente no encuentra un ángulo de disparo apropiado para ultimar a los malhechores, decide lo inesperado: comenzar a accionar el gatillo a través del parabrisas hasta vaciar el cargador. Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once, doce, trece, catorce, quince, dieciséis… vuelve a cargar… y vuelve a disparar otras quince veces.
Como consecuencia del hecho, un sospechoso murió y otro resultó herido, a quien se le presentaron cargos por homicidio, entre otros delitos.
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