El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, inicia este jueves su primera visita oficial al Reino Unido, en un ambiente de tensiones con el Gobierno británico y una gran oposición de la población.
En un comunicado previo a la llegada, la primera ministra británica, Theresa May, ha subrayado que "no habrá en los próximos años una relación más importante" que la bilateral entre estos dos países, y destacó "la oportunidad de profundizarla" estos días.
"Podremos empezar las conversaciones sobre cómo forjaremos una asociación comercial fortalecida, ambiciosa y a prueba de futuro" para después del brexit, afirmó.
Trump llegará a mediodía a Londres procedente de la cumbre de la OTAN de Bruselas y, aunque se alojará en Winfield House, la residencia del embajador de Estados Unidos cerca de Regent Park, en el centro de Londres, su programa evita la capital británica, donde se concentrarán las protestas.
Así, los encuentros con la primera ministra Theresa May y la reina Isabel II tendrán lugar en la mansión de Chequers y en el castillo de Windsor, respectivamente, ambos fuera de la capital.
Momento de debilidad
Sin embargo, Trump llega al Reino Unido en un tiempo difícil para el Gobierno británico, golpeado por la dimisión de dos ministros por discrepancias sobre la estrategia del "brexit", y con una gran oposición de los ciudadanos, que han programado numerosas protestas.
Antes de su visita, el presidente estadounidense encendió aún más los ánimos al declarar que se enfrenta a un Reino Unido "convulso" y sugerir que quizás se reúna con Boris Johnson, uno de los ministros que renunció. Además, agregó que la propuesta de May sobre el Brexit (una salida "suave" y manteniendo varios acuerdos con el bloque) no sería el tipo de proceso que ganó el referéndum en 2016.
A pesar de las diferencias en asuntos globales como el cambio climático, los aranceles comerciales o el acuerdo nuclear con Irán, May tratará de llegar a un consenso con Trump sobre la seguridad común y la futura relación comercial, según Downing Street.
En particular, el Reino Unido desea advertir al presidente de EEUU sobre una asociación demasiado cercana con el presidente ruso, Vladimir Putin, con quien el jefe de la Casa Blanca se entrevista el próximo lunes en Finlandia.
Como punto destacado de la agenda política, May y Trump tratarán esos y otros temas en una reunión bilateral en la residencia oficial campestre de la primera ministra en Chequers, a unos 65 kilómetros de Londres.
También el viernes, en un evento de la llamada "diplomacia suave", los Trump serán recibidos por la reina Isabel II para tomar el té en el castillo de Windsor, a unos 40 kilómetros de la capital.
(Con información de EFE y AFP)
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