Además de las playas, el mar que avanza sobre California está destruyendo los acantilados costeros. Una evaluación científica, dirigida por el Departamento Geológico de los Estados Unidos, advirtió que en el sur del estado se podrían desmoronar más de 40 metros de riscos —y de todo lo que hay sobre ellos: casas millonarias con vista al Pacífico, infraestructura pública básica—si las aguas continúan aumentando como hasta ahora.
"Es una cifra bastante grande", dijo a Los Angeles Times Patrick Limber, un geomorfólogo costero y autor principal del estudio. "Esperamos que este modelo dará a los gobernantes de estas áreas una idea en gran escala de cómo podrían responder los acantilados al aumento del nivel del mar, así pueden comenzar a hacer planes para el futuro".
Las consecuencias de la erosión podrían afectar seriamente rutas principales en la península de Palos Verdes. Y en Malibu, Pacifica y otras ciudades costeras, conjuntos enteros de edificios, al igual que parques y otras instalaciones públicas, se podrían perder por la acción del mar. Ya se vio un ejemplo el año pasado, cuando los desprendimientos sobre la Ruta 1 la cortaron, y hubo que reconstruirla sobre los restos.
El estudio utilizó un modelo sofisticado, que unió datos existentes y estimó el impacto posible desde San Diego a Santa Cruz. Analizó escenarios de aumento del nivel del mar desde 0,5 metros a 2 metros, y concluyó que los riscos se erosionarían en promedio entre 19 y 41 metros antes del fin del siglo XXI.
"Es una cantidad de erosión importante, y es algo para lo que nos tenemos que preparar ahora, no más adelante", dijo al periódico de Los Angeles Heather Cooley, del Instituto Pacífico, una fundación que estudia los efectos socioeconómicos del aumento del nivel del mar. "Estamos hablando de propiedad inmobiliaria de mucho valor, de infraestructura pública, de caminos, plantas de tratamiento de agua y desalinización. Todo estaría en peligro por la erosión".
Limber advirtió que las proyecciones podrían ser conservadoras, dado que actualmente las autoridades de California consideran para sus modelos que el nivel del mar podría aumentar hasta 3 metros, en lugar de los 2 que fijó como máximo el estudio.
Los propietarios de inmuebles con vista al mar han creado rompeolas o paredes de piedra temporarias, que hoy alcanzan a la quinta parte de la línea costera inferior del estado. Pero esas formas de protección impiden la natural creación de arena y, sobre todo, al sostener el risco permiten que el agua penetre de todos modos, lo cual sumerge las playas, que se podrían reducir a la tercera parte de lo que son hoy en California del sur.
El estudio, que confirma la tendencia, advierte a las autoridades sobre la inminencia del daño, para que las decisiones no se limiten a salvar los riscos a costa de las playas o permitir que la naturaleza siga su curso y la población deba retirarse hacia el interior, con las costosas pérdidas que eso implicaría.
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