La primera vez que los hermanos David Kellman, Bobby Shafran y Eddy Galland estuvieron bajo la luz pública, fue un momento de dicha. Los trillizos idénticos de 19 años, separados al nacer, recién se habían enterado de la existencia de sus hermanos.
Pese a haber crecido separados, los tres chicos sonrientes de pelo rizado fumaban los mismos cigarrillos y terminaban las frases de los otros. Acudieron a programas de TV como el de Phil Donahue, aparecieron con regularidad en los tabloides en los 80 e incluso hicieron un cameo junto a Madonna en la película de 1985 "Desperately Seeking Susan" ("Buscando desesperadamente a Susan"). Abrieron un restaurante en el Soho de Nueva York llamado Triplets Roumanian Steak House.
"Estábamos como enamorándonos", recuerda Kellman en el nuevo documental "Three Identical Strangers".
Su segunda vuelta ha sido más complicada. Galland se suicidó en 1995. Y las perturbadoras razones de su separación en primer lugar solo emergieron tras esa brillante primera reunión. "Three Identical Strangers", dirigida por el cineasta británico Tim Wardle, es la increíble historia detrás de uno de los casos más inquietantes de hermanos separados al nacer.
Desde su debut en el Festival de Cine de Sundance, el filme, una montaña rusa de emociones en un caso oscuro y retorcido, ha impactado y enfurecido a cinéfilos en igual medida. Ha renovado la presión por la transparencia en un estudio éticamente dudoso realizado por un prominente centro de desarrollo infantil, y ha vuelto a poner a los hermanos sobrevivientes bajo los reflectores en circunstancias mucho menos festivas.
"Cuando pasamos por el candelero antes fue para celebrar, fue divertido", dijo Kellman, ahora de 57 años, en una entrevista. "¿Es esto en cierto modo agradable? Sí, pero también genera mucho dolor".
"Verla en el cine realmente me impactó", agregó. "Lloré como un bebé".
"Three Identical Strangers", que se estrena el viernes en Estados Unidos, es sobre un caso muy documentado que se había borrado en gran medida de la memoria pública. Luego que los trillizos se encontraron en 1980 (Shafran llegó a una universidad comunitaria en el norte de Nueva York donde todo el mundo lo confundió con su hermano Galland, quien ya estudiaba ahí), otro descubrimiento siguió.
Los trillizos, nacidos en 1961, fueron separados de bebés por la ahora extinta Agencia Louise Wise como parte de un estudio sobre naturaleza vs crianza del Centro de Desarrollo Infantil. El centro más tarde se fusionó con la Jewish Board of Family and Children's Services, una gran organización no lucrativa en Nueva York con 140 años de antigüedad.
El estudio incluyó un número desconocido de mellizos y fue conducido a lo largo de los años 60 y 70 por el doctor Peter Neubauer, un prominente psicólogo nacido en Austria que murió en el 2008. Sin el conocimiento de los niños ni de sus padres, los investigadores estudiaron el desarrollo de los menores hasta que los trillizos aparecieron en la TV.
"No sé lo que va a hacer esta gente, si es que hace algo. Solo sé que lo que ellos hicieron estuvo mal", dijo Shafran. "Pueden echarle la culpa a personas que ya no viven, pero es una institución, una institución existente. Para empezar, todo este estudio debe hacerse público".
Los archivos del estudio, albergados en la Universidad de Yale, no se desclasificarán hasta el 2066. La Jewish Board compartió una parte de la investigación con Kellman y Shafran, pero solo en los últimos días de la producción de "Three Identical Strangers" y luego de meses de esfuerzos por parte de los cineastas y las familias. "Conseguir cada página fue como sacar dientes", dijo Kellman.
"No nos hablaron durante la filmación", dijo Wardle. "Solo se comunicaron con nosotros a través de una firma de relaciones públicas de manejo de crisis que habían contratado. Solo entablaron conversación con los hermanos a través de un abogado de malpraxis médica. Yo diría que la Jewish Board fue extremadamente de muy poca ayuda".
Un vocero de la Jewish Board declinó abordar específicamente esas declaraciones o responder preguntas sobre la publicación del estudio. Respondió por medio de un comunicado.
"No respaldamos el estudio de Neubauer, y lamentamos profundamente que se haya hecho", dice la misiva. "Reconocemos la gran valentía de los individuos que participaron en la película, y apreciamos que esta película haya creado una oportunidad para una discusión pública sobre el estudio".
Otros varios pares de mellizos incluidos en la investigación también se han reencontrado, entre ellos Elyse Schein y Paula Bernstein, quienes escribieron un libro de memorias en el 2007, y Doug Rausch y Howard Burack, que aparecieron en el programa "20/20" en marzo.
"La mayoría de la gente involucrada en el estudio con la que hablé solo desea saber si se aprendió algo", dijo Wardle. "Mi productor y yo a veces salíamos de las entrevistas diciendo, '¡Dios mío! ¡Esta historia es increíble! ¡No puedo creerlo!' Y después nos dábamos cuenta de que sí, esa era la vida de estos tipos. Teníamos que recordarnos que no solo era una gran historia, era algo que ellos vivieron".
Shafran, un abogado de Brooklyn que tiene dos hijos con quien ha sido su esposa por 30 años, critica a la Jewish Board por "tapar todo esto en secreto". Pero tiene pocas esperanzas de que puedan proveerle a él y sus hermanos algo que les resulte catártico. Su historia fue contada anteriormente en una pieza de 1995 de la revista New Yorker por Lawrence Wright, quien la convirtió en un libro. Pero aparte de otro documental del año pasado, "The Twinning Reaction", los hermanos se habían mantenido alejados de la luz pública.
"No hicimos nada desde que las luces se apagaron. No hicimos nada desde que Eddy murió", dijo Shafran.
Sin embargo, "Three Identical Strangers" ha sido un proceso inesperadamente gratificante para ellos. Shafran recuerda cómo se conmovió al ver los rostros impactados del público en Sundance tras su extraño viaje. Y los hermanos no eran muy cercanos al momento de la filmación, pero la cinta ayudó a reparar su relación.
"Uno no se reúne con sus hermanos tanto como le gustaría. Así es la vida", dijo Kellman, quien trabaja en el área de seguros y vive en Nueva Jersey. Kellman, quien tiene hijos de edades similares a los de Shafran, dijo que actualmente está pasando por un divorcio.
Y ambos están profundamente impresionados con la película de Wardle y con su sensibilidad a lo largo del proceso fílmico. Prefieren de lejos su experiencia como objetos de un documental que como "ratas de laboratorio".
Pero al preguntarles cuáles son sus conclusiones sobre su historia en términos de naturaleza vs crianza, no encuentran las palabras.
"Es muy difícil para mí ver esta cinta de una manera objetiva", dijo Kellman. "Para lograr plasmar los matices entre hermanos como individuos, habría que hacer una película mucho más larga, una película que nadie se sentaría a ver. Porque son nuestras vidas".
Con información de AP
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