Enojado con The Capital Gazette por un artículo de 2011 en el que se lo señalaba como un acosador de mujeres en las redes sociales, Jarrod Ramos, de 38 años, irrumpió este jueves en la redacción del periódico y comenzó a disparar indiscriminadamente. Luego sería arrestado por la Policía.
Cinco personas murieron en el brutal ataque. Los periodistas Gerald Fischman, Robert Hiaasen, John McNamara y Wendi Winters, y la asistente de ventas Rebecca Smith.
Gerald Fischman tenía 61 años y trabajaba en el periódico desde 1992. Era un destacado editorialista que escribía sobre los asuntos locales de Annapolis.
Sus compañeros lo describen como alguien misterioso, tranquilo y un poco antisocial. Sin embargo, lo reconocen como una persona brillante, con una pluma notable.
Si bien era muy solitario, un día sorprendió a todos al anunciar que se iba a casar con una cantante de ópera de Mongolia, a quien había conocido a través de internet.
Robert Hiaasen tenía 59 años. Era editor asistente y escribía una colorida columna los domingos. Había cumplido 33 años de casado la semana pasada y tenía tres hijos.
Tras 17 años en The Baltimore Sun, había pasado en 2010 a The Capital Gazette. Se destacaba especialmente por su sentido del humor, que se plasmaba en las historias estrafalarias que publicaba.
Por sobre todas las cosas, sus colegas le reconocen su vocación de docente y mentor. Disfrutaba como nadie aconsejar a los periodistas jóvenes, que recién comenzaban su carrera.
John McNamara tenía 56 años, de los cuales pasó 24 trabajando en la redacción del periódico de Annapolis. Era un destacado periodista deportivo, especializado en las disciplinas regionales.
Lo que más le gustaba era cubrir los deportes en los que participaba la Universidad de Maryland, de la que era graduado. Él mismo era también un ávido deportista aficionado. Jugaba al baloncesto todos los jueves.
Lo valoraban especialmente por su inigualable capacidad de síntesis y su flexibilidad para desarrollar diferentes tareas. Podía escribir, editar y hasta diseñar una página.
Wendi Winters tenía 65 años. Desde 2013 trabajaba a tiempo completo en el periódico, aunque antes había pasado una década como reportera freelance, siempre especializada en temas de la comunidad.
Su carrera es curiosa. Los primeros 20 años de su vida laboral, que discurrieron en Nueva York, trabajó completamente alejada de los medios. Tuvo empleos en el mundo de la moda y como relacionista pública, hasta que decidió mudarse a Maryland para probar suerte en el periodismo.
Se enteraba de todo lo que ocurría en Annapolis y escribía sobre diferentes tipos de noticias locales, siempre con gran cercanía a la gente. Estaba casada y tenía cuatro hijos.
Rebecca Smith tenía 34 años y es la única víctima que no era periodista. Había sido contratada recientemente para trabajar como asistente de ventas.
Sus jefes destacan que era muy profesional, pero también muy buena persona. Era una hábil vendedora y estaba disfrutando su novedosa experiencia en el mundo de los medios de comunicación.
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