De un momento a otro, pasó de repartidor de pizzas a ser detenido por los agentes de inmigración de los Estados Unidos.
Un guardia de un cuartel del Ejército en Brooklyn llamó a Inmigraciones para notificarles sobre un repartidor de pizza que hizo una entrega en la base militar el viernes. Ahora, el inmigrante ecuatoriano Pablo Villavicencio está bajo custodia de las autoridades de inmigración a la espera de su deportación.
"Villavicencio Calderón fue detenido por elementos del Ejército y entregado al ICE", indicó Rachael Yong Yow, portavoz del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) en Nueva York.
La esposa del ecuatoriano, Sandra Chica, comentó a AP que su esposo fue a entregar una pizza a la base militar Fort Hamilton la semana pasada y que un guardia que lo recibió en la entrada del inmueble le pidió una identificación.
Villavicencio, quien trabajaba en la pizzería Nonna Delia, entregó una identificación de la ciudad de Nueva York, conocida como IDNYC, pero el funcionario le indicó que quería ver una licencia de conducir emitida por el estado de Nueva York. Cuando el ecuatoriano no proporcionó ninguna, el guardia llamó al ICE.
"Esto es inhumano", dijo Chica durante una entrevista telefónica. "No estaba cometiendo ningún crimen, simplemente trabajando para el soporte de estas dos niñas. Es un padre que trabaja para mantener a sus hijas. Todos los días me preguntan por qué su papá no viene a casa". La pareja tiene dos hijas, de 3 y 2 años, ambas nacidas en los Estados Unidos.
Chica, quien nació en Colombia y se mudó a Estados Unidos hace una década, señaló que es ciudadana estadounidense. La mujer consideró que el arresto es ilegal y "un acto de racismo".
Las tres asistieron a una conferencia de prensa realizada frente a la base militar el miércoles y estuvieron acompañadas por el presidente del distrito de Brooklyn, Eric Adams, y por el concejal de la ciudad de Nueva York, Justin Brannan. Ambos políticos dijeron que buscaban respuestas ante lo ocurrido en Fort Hamilton.
"¿Nuestra ciudad, nuestro estado y nuestra nación son más seguros hoy debido a que retiraron a un repartidor de pizza de las calles?", cuestionó Brannan.
Fort Hamilton no ha respondido a múltiples llamados para obtener comentarios. Por su parte, Yong Yow dijo que en marzo de 2010, Villavicencio recibió una orden de salida voluntaria por parte de un juez de inmigración pero no abandonó el país en julio, como se le había indicado.
"Como tal, su orden de salida voluntaria se convirtió en una orden final de expulsión", explicó la portavoz.
Chica, de 38 años, dijo que no es la primera vez que Villavicencio entrega una pizza en la base. "¿Qué los incitó a llamar al ICE?", preguntó. "Solo les importan las estadísticas, uno más deportado. No les importa el impacto que esto tendrá en nosotros".
"Estas familias inmigrantes encarnan el sueño americano", señaló Brannan, quien consideró que si le proporcionará algún camino real a estas personas hacia la residencia legal harían todo "para llegar allí".
En la página GoFundMe se inició una campaña para recaudar 20.000 dólares que permitan ayudar a Villavicencio y a su familia "en este difícil momento"
Una persona que atendió el teléfono en la pizzería Nonna Delia, ubicada en Flushing, comentó a la AP que el inmigrante de 35 años era un "gran empleado".
Grupos defensores de familias de inmigrantes como Make the Road New York han solicitado que se abra una investigación. Steven Choi, director ejecutivo de la Coalición de Inmigrantes de Nueva York, dijo en un comunicado de prensa que "es absolutamente repugnante cuando el ejército más poderoso del mundo persigue a los repartidores de pizza".
(Con información de AP y EFE)
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