El Grupo Empresarial Correos de Cuba y el Servicio Postal de EE.UU. "acordaron implementar de forma permanente, en vuelos directos, el intercambio del correo postal entre ambos países", indica una nota del servicio postal cubano difundida por la estatal Agencia Cubana de Noticias.
Se trata de un paso más en el ahora casi paralizado proceso de normalización de las relaciones entre la isla y su vecino del norte, iniciado en 2014 por los entonces presidentes Barack Obama y Raúl Castro, y que ha incluido la reapertura mutua de embajadas y el restablecimiento de los vuelos directos, entre otros hitos.
“La ejecución del servicio en su formato actual comenzó el 16 de abril de 2018 y toma en cuenta los requerimientos técnicos, operativos y de seguridad identificados por las partes durante la ejecución del Plan Piloto”, indica la nota de Correos de Cuba.
En la dirección www.correos.cu está disponible la información sobre servicios, tarifas y regulaciones, así como una herramienta de rastreo y seguimiento de los envíos con código de registro.
Los envíos de correos entre los dos países se suspendieron en 1968 después de la explosión de una bomba proveniente de Nueva York en un alijo postal; desde entonces y durante 48 años el enlace postal se hizo a través de un tercer país.
Las negociaciones para regularizar el servicio directo comenzaron en 2009, quedaron interrumpidas y se retomaron en 2013, aunque no fue hasta finales de 2015 cuando la Comisión Bilateral para la normalización de relaciones Cuba-EE.UU. suscribió un acuerdo para restablecer los envíos a través de un plan piloto de transporte.
El 16 de marzo del 2016 un inspector de la Seguridad Postal del servicio de correos estadounidense entregó al presidente del Grupo Empresarial Correos de Cuba, Asencio Valerino, la carta que reanudaba el intercambio postal entre ambos países.
Sin embargo, en octubre pasado Correos de Cuba informó de que el servicio directo con EE.UU llevaba detenido casi siete meses y de nuevo había sido necesario recurrir a los envíos a través de terceros países, lo que provocó una caída del 46% en el tráfico postal entre ambos países respecto a 2016.
La vicepresidenta primera de la empresa, Zoraya Bravo, explicó entonces que el intercambio se paralizó porque el plan de prueba estaba próximo a expirar, y a partir de entonces comenzaron las gestiones para regularizar el intercambio a través de aerolíneas comerciales, ya que hasta entonces se habían realizado mediante vuelos chárter.
Según Bravo, en octubre del 2017 la parte cubana aún no había recibido una respuesta de Washington sobre la fecha para el restablecimiento definitivo, pese a que la esperaba desde marzo.
Con la reanudación del servicio, ambos países esperan que se agilicen los tiempos de tránsito y entrega de la correspondencia y paquetes, y también creen que de esta forma mejora la seguridad.
Durante décadas, los cubanos han recurrido a los servicios de empresas de paquetería que operan al margen de la legalidad para los envíos entre los dos países, a menudo a través de personas que trasladan los bultos y correspondencia en su equipaje, conocidos como "mulas".
Ante los problemas de escasez y desabastecimiento que sufre el país caribeño, es frecuente que los familiares que residen en la otra orilla envíen de esta forma a sus allegados productos básicos, ropa o medicamentos, entre otras cosas, en tanto otras personas viajan a EE.UU para comprar bienes que después revenden en la isla.
En abril pasado, la Aduana cubana alertó sobre el delito de entrar "drogas, armas y material subversivo" en paquetes transportados por "mulas" y recomendó a los pasajeros que "se abstengan de formar parte de la cadena de importación ilegal de mercancías que estas agencias no autorizadas promueven con interés comercial y de enriquecimiento".
Con información de EFE
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