Coronas de oro y fusiles semiautomáticos para esperar el fin del mundo: el delirante clan del hijo del fundador de la Secta Moon

Hyung Jin "Sean" Moon es hijo del pastor Sun Myung Moon, fundador de la Iglesia de la Unificación comúnmente conocida como la "Secta Moon", y como su ya fallecido padre se ha lanzado a la creación de un movimiento cristiano carismático propio.

Sean, de 39 años, ha dejado sin embargo su Corea del Sur natal para radicarse en Estados Unidos y de ese país tomó un objeto representativo para darle un giro a su secta: el fusil semiautomático AR-15, tristemente célebre por ser el arma preferida de terroristas y tiradores en el país.

Su "Santuario de la Paz Mundial y la Unificación" tiene base en Newfoundland, un pequeño pueblo del estado de Pennsylvania, y se presenta como una derivación particular de la Iglesia de la Unificación.

Uno de los postulados principales de este clan cristiano es el de la "soberanía" de los individuos, es decir que cada persona es un rey o reina independiente en el Reino de Dios.

Y para simbolizarlo, todos su miembros llevan coronas doradas en la cabeza durante las ceremonias religiosas.

El otro pilar sobre el que se construye la "Iglesia del Santuario", como también se la conoce, es la importancia de que los fieles tengan armas de fuego, mejor aún si se trata del AR-15, "el arma más popular de Estados Unidos", de acuerdo a la Asociación Nacional del Rifle.

Tan popular, además de letal, liviana y accesible, que se ha convertido en la herramienta preferida entre los protagonistas de las matanzas más terribles ocurridas en el país en los últimos años, como la de Stoneman Douglas (17 muertes) este año, o las de Sutherland Springs (27) y Las Vegas (59 muertes) del 2017, por citar sólo algunas.

El pastor Moon, hijo, no parece preocupado por esta tendencia ya que dice haber encontrado la justificación bíblica para la tenencia de poderosas armas militares como el AR-15, versión civil de los fusiles M-16 y M-4 utilizados por el ejército de Estados Unidos.

Específicamente en el Libro de las Revelaciones, que describe el fin del mundo de acuerdo al rito cristiano, se hace referencia a la "vara de hierro" que Jesucristo utilizará para reinar sobre el mundo y que también será entregada a quienes "venzan" a los demonios y "cuiden la obra" de Dios.

Esta "vara de hierro" no es otra cosa que el fusil AR-15 o un "equivalente", ha dicho Sean, de acuerdo a una investigación en profundidad del peeriódico estadounidense Washington Post.

Sus seguidores han tomado nota y corrieron a comprar sus AR-15, que ahora llevan con ellos como estandartes a las reuniones de la Iglesia del Santuario, a las misas y a los casamientos masivos.

Incluso en un evento de renovación de votos para diferentes parejas, se instó a que los novios marcharan con sus fusiles "apuntando hacia arriba y con los dedos fuera del gatillo", para que estos fueron bendecidos.

Las armas estaban descargadas, o deberían haberlo estarlo, ya que pocos de los miembros de la iglesia tienen permiso de portación. Pero la imagen de los fieles armados hasta los dientes es potente, y Sean incluso anima a que quienes tengan permiso para llevar fusiles o pistolas con sus municiones lo hagan, "porque podría haber un lobo vestido de oveja que quiera crear problemas", sostiene Sean.

En este sentido el pastor dice estar muy de acuerdo con los polémicos dichos del presidente de Estados Unidos Donald Trump tras las recientes matanzas, al alegar que si los profesores en las escuelas estuvieran también armados podrían entonces detener a los asesinos.

"Él ha dicho que si los maestros hubieran estado armados, hubieran matado a tiros a esos tipos. Esta es la primera vez que escuchamos a un presidente hablar así. Es la gracia de Dios, gente", dijo Moon en una reunión reciente de sus fieles, de acuerdo al Washington Post.

Durante sus sermones, Sean no oculta ninguna de sus ideas y apreciaciones políticas, señalando que la ex candidata presidencial demócrata Hillary Clinton, quien perdió en 2016 contra Trump, "pagó a los rusos" para ensuciar a su competidor, que el Papa Francisco es un "diablo socialista y comunista" y que Jesús "nunca centralizó el poder ni creó un gobierno", como fundamento para oponerse a las instituciones en Washington.

"Deben dejar la mentalidad de esclavo y adoptar la mentalidad de la realeza. El Partido Demócrata se ha convertido en el Partido Comunista financiado por el colaborador nazi George Soros, el anticristo", señaló.

En preparación, su iglesia organiza numerosos talleres en el manejo de armas y el aprendizaje de artes marciales, e incluso cuenta con una especie de milicia paramilitar llamada "Policía de la Paz" o también "Milicia de la Paz".

"No se trata de ser rudo. Se trata de practicar para hacerse letal porque amas a las personas. El camino de la 'vara de hierro' es el camino del amor", explicó.

El pastor Sean es producto de las intensas peleas de poder que se desataron en la Iglesia de la Unificación tras la muerte de su padre en 2012, a los 92 años de edad.

El menor de los diez hijos del influyente reverendo Moon, quien se veía a sí mismo como un mesías, se consideró en ese entonces como el sucesor natural, y tenía el apoyo de su hermano Kook Jin "Justin" Moon, dueño de un comercio de venta de armas de fuego.

Pero su madre, Hak Ja Han, sostuvo que ella era quien debía continuar el movimiento con bases en Corea del Sur y Estados Unidos, y tras imponer su voluntad acabó desplazando a Sean.

Sin quedarse quieto, el joven decidió crear su propia versión de la Iglesia la Unificación a través de la cual dice interpretar con mayor fidelidad las enseñanzas de su padre.

Mantiene, por ejemplo, la visión de su padre de fundar el Reino de Dios en la tierra sobre el territorio y las instituciones de Estados Unidos, colocando a un miembro de la familia Moon como monarca.

Pero no sería una teocracia, según explicó Sean, aunque sí estaría armada hasta los dientes. "Nosotros hablaríamos de una monarquía cristiana libertaria, o quizás unas democracia republicana libertaria", señaló.

Sean y su hermano Justin han incluso redactado una nueva Constitución para los Estados Unidos de Cheon Il Guk (Nación de Paz y Unidad Cósmica, en coreano), que previsiblemente mantendrá la segunda enmienda de la vieja carta magna, esa que protege el derecho de los ciudadanos a poseer armas.

Los jóvenes crecieron en una mansión que el reverendo Moon mantenía en el estado de Nueva York, y ambos desarrollaron una fascinación por las armas. Y mientras que Sean estudió teología en Harvard, Justin estudió economía y luego montó su tienda Khar Arms.

Los dos eran también figuras prominentes en la Iglesia de la Unificación, pero cuando acabaron expulsados por su madre, corrieron a unir su pasión por las armas con el negocio familiar.

Tras consolidar su Iglesia del Santuario, Sean, Justin y sus seguidores, que se contabilizan entre unos pocos miles (y poco más de 100.000 para la Iglesia de la Unificación),esperan ahora el ansiado fin de los tiempos descrito en la Biblia, cuando "Dios y sus campeones arrebaten el poder político en la tierra del diablo", según explicó el mayor de los hermanos al Washington Post.

En este contexto los Moon creen que Trump, "una persona imperfecta, un pecador elegido por Dios como el Rey David", tiene un rol esencial en este proceso.

"Es un hombre con muchos defectos, muchos pecados, y ahora está capitulando ante el mal más terrible en el planeta", explicó Sean en "El Reporte del Rey", el programa de radio que emite por internet y en el cual se mostró decepcionado por la decisión del presidente de atacar Siria y el avance de la investigación por las relaciones de su gobierno con Rusia.

Pero la desilusión duró poco y Sean pronto creyó entender que Dios no estaba usando a Trump para mejorar el mundo, sino para sumirlo en el caos que la Biblia predice como antesala para la segunda venida de Cristo y el fin del mundo.

"No sabíamos qué iba a pasar [con Trump], pero sabíamos que en el fin de los tiempos, la situación se pondría mucho peor antes de mejorar", argumentó ante sus oyentes, con un AR-15 en el escritorio y una corona de oro sobre la cabeza.

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