"Perros para alertar sobre picos de diabetes". Con esa promesa se acercaban los clientes a Service Dogs by Warren Retrievers, una compañía dedicada al entrenamiento de canes para que advirtieran a sus dueños respecto de posibles estados riesgosos.
"Hasta que haya una cura… hay un perro", reza el eslogan de la empresa. Suena bien. Suena tierno. Suena prometedor. Sin embargo, su sonido era engañoso, no resultó tierno, ni cumplió con sus promesas. Por el contrario, resultó ser una estafa, de acuerdo con un fiscal del estado de Virginia, Estados Unidos.
Además de los servicios para alertar por posibles picos de azúcar en sangre, también ofrecían animales que serían la compañía para niños con autismo, veteranos de guerra y hasta personas con epilepsia. De acuerdo con Service Dogs, la "esperanza es buena". Pero para una corte del estado de Virginia, la estafa no lo es.
Para muchos, como para Jovana Flores, residente de Florida, era una esperanza. Pero el perro que le ofrecieron para su hijo de 13 años con diabetes, solo sirvió como "una mascota".
Supuestamente, el servicio para personas diabéticas ayudaría a predecir cuándo el paciente estaría entrando en una zona de riesgo. El perro de compañía lo alertaría tocándolo con su hocico. También con su pata. Cuando el can hiciera estos gestos, no habría duda, el dueño debería hacer algo al respecto.
Nada de eso ocurría. Los perros apenas podían ser paseados con sus correas. Tal era la desobediencia de los supuestamente entrenados animales.
El fiscal general Mark R. Herring realizó la demanda ante la Corte del Condado de Madison, en Virginia. Acusó a la empresa de haber violado la Ley de Protección al Consumidor. Es que la firma vendió por sumas de ¡entre 18.000 y 27.000 dólares! cachorros de labradores de tres meses que no habían sido entrenados y no respondían a ninguna orden.
Los perros eran de lo más desobedientes. No permitían ser paseados con correas para no apartarse de sus propietarios. No hacían caso cuando eran llamados. Y no dejaban de ladrar continuamente cuando llegaban personas a la propiedad que tenían por hogar.
Ante las quejas de los compradores, la empresa respondió de manera correcta. Pero solo quedó en respuesta. Jamás volvieron a capacitar a los perros ni dieron instrucción a sus dueños para hacerlo de manera apropiada.
"Nuestra investigación muestra que, en muchos casos, Service Dogs simplemente vendía una mascota de 25.000 dólares lo que dejaba a los clientes con una gran factura y sin protección contra una situación de azúcar en la sangre potencialmente mortal", denunció Herring en un comunicado.
La investigación se profundizó hasta analizar las quejas de más de 50 consumidores. Sin embargo, el abogado de la empresa John B. Russell, indicó que Herring solo quiere destruir a la compañía y que tienen "muchos clientes contentos" con los servicios."Las acusaciones son ridículas", agregó el letrado en declaraciones recogidas por The Washington Post.
Supuestamente, los perros con "alerta diabética" usan sus narices para discernir las fluctuaciones en los niveles de azúcar en la sangre. Sin embargo, estudios recientes colocan un gran interrogante sobre esta posibilidad. No está claro qué es lo que detectan los animales. Service Dogs promete a sus clientes que los suyos poseen una "capacidad comprobada de fragancia" y que podrían ser entrenados para buscar ayuda y hasta ¡marcar 911! en dispositivos especiales.
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