Un vecino de Leilani Estates, en el condado de Hawaii, regresó el lunes a su casa, tras haberla evacuado días atrás por la erupción del volcán Kilauea. Al llegar, se encontró con un chorro de lava que salpicaba su jardín.
Los residentes de ese barrio recibieron el domingo autorización para volver a sus hogares para buscar a sus mascotas, medicamentos o para chequear cómo estaban sus casas. Es una de las áreas más afectadas, por la apertura de numerosas fisuras, desde las que brota el magma.
Otro de los vecinos afectados fue Jeremy Wilson. "Mi casa está justo en el medio", dijo este trabajador social de 36 años que regresó a su hogar cuando vio vapor saliendo de las grietas de las calles.
El lunes había 161 personas albergadas en dos centros de evacuación en la isla, dijo Defensa Civil. Se esperaba que continuaran las erupciones de lava y gas, junto con réplicas del sismo de magnitud 6,9 del viernes, el mayor en el área desde 1975, según el Observatorio Volcánico de Hawaii, que mostró 142 movimientos telúricos en las últimas 48 horas.
Cerca de 35 edificios fueron destruidos y decenas están amenazados por la lava incandescente. Las órdenes de evacuación se mantenían el lunes para cientos de residentes de las áreas de Leilani Estates y Lanipuna Gardens, en la parte este de la Gran Isla de Hawaii.
"Los altos niveles de dióxido de azufre son una amenaza para todos aquellos que están expuestos", advirtió la defensa civil en su última actualización.
Con información de Reuters y AFP
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