Miles de personas se vieron el sábado obligadas a huir de sus casas en Hawaii después de que un terremoto de magnitud 6,9 sacudiera el archipiélago el día anterior, desencadenando el colapso de un acantilado costero y provocando nuevas erupciones del volcán Kilauea.
No se reportaron heridos, pero varias viviendas resultaron destruidas o muy dañadas por el terremoto del viernes, el más grande que sacude la mayor isla del archipiélago desde 1975, según las autoridades, y que causó pequeños cambios en el nivel del mar, pero no tsunamis.
De acuerdo con el servicio estadounidense de geología y sismología (USGS), el terremoto se registró a las 22:32 GMT y se centró en el flanco sur del volcán Kilauea, que hizo erupción por primera vez el jueves luego de una serie de temblores.
Otro sismo de magnitud 5,7 se había detectado más temprano el viernes. Los terremotos desencadenaron la erupción del Kilauea, uno de los cinco volcanes en actividad en la isla, y provocaron cortes temporales de energía en miles de hogares.
La Administración Federal de Aviación impuso restricciones de vuelo en el área hasta el lunes para todas las operaciones excepto las de auxilio.
Los sismos desencadenaron desprendimientos de rocas en los senderos del Parque Nacional de los Volcanes de Hawaii y provocaron el colapso de un acantilado costero al océano. Funcionarios ordenaron el cierre del parque, que cubre más de una décima parte del área total de la isla, y unos 2.600 visitantes fueron evacuados.
"Actualmente no es seguro estar aquí", dijo la superintendente del parque, Cindy Orlando, en un comunicado.
Imágenes de televisión mostraban un magma anaranjado que brotaba de las grietas en el suelo y serpenteaba a través de un área boscosa.
La lava fundida también se podía ver burbujeando a través de grietas en las calles de Leilani Estates y el barrio Lanipuna Gardens, a cuyos residentes se les ordenó evacuar el jueves.
En esa área viven unas 1.700 personas y hay ubicados alrededor de 700 edificios.
Los residentes evacuados son albergados en centros comunitarios hasta que pase el peligro causado por el Kilauea, uno de los volcanes más activos del mundo.
El gobernador David Ige movilizó a la Guardia Nacional de Hawaii, que desplegó a unos 70 soldados y aviadores para ayudar con la evacuación y otros trabajos de emergencia, y pidió a los habitantes que sigan las advertencias de la Defensa Civil.
"Parece que muchos pobladores se han ido" con la guardia, dijo a CNN la congresista Tulsi Gabbard, agregando que no anticipaba que el volcán activo fuera una amenaza para el turismo.
Gases peligrosos
Las autoridades advirtieron sobre niveles extremadamente altos de gases tóxicos emitidos por el volcán.
"El departamento de bomberos de Hawaii informa de la peligrosa condición del aire, debido a los altos niveles de gases de dióxido de azufre en las zonas a evacuar", indicó la Defensa Civil del archipiélago.
"Los ancianos, los jóvenes y las personas con problemas respiratorios deben cumplir con la orden de evacuación obligatoria", dijo un comunicado de la oficina del alcalde.
Ige visitó dos refugios para evacuados y detalló que se había reunido con "muchas personas que están asustadas y profundamente preocupadas por perder todo", pero agregó que los hawaianos se unirían para ayudar. "Esta es una comunidad resiliente", describió.
A las 10:30 de la mañana del viernes se registró un terremoto de magnitud 5 al sur del cono volcánico Puu Oo que generó desprendimientos y el potencial derrumbe dentro del cráter del volcán, según el USGC.
Fue el más importante de un centenar de sismos a veces menores, de magnitud 2, que se han registrado desde el lunes.
Los recurrentes temblores pusieron a prueba los nervios de los residentes de la isla. "Esto nos despierta", declaró Carol Shepard a la cadena local KHON. "Es como si toda la casa temblara".
Con un dron, otro residente, Jeremiah Osuna, tomó imágenes de video de la columna de lava roja, que caracterizó como "una cortina de fuego".
"Me inquieté bastante y me di cuenta hasta qué punto (…) es peligroso vivir" cerca del volcán, admitió.
Los científicos observan esta "intrusión de magma" en la zona desde el lunes, por lo que anticipaban una posible erupción, explicó Janet Babb, geóloga del Observatorio vulcanológico de Hawaii. Probablemente se produzcan otras erupciones, advirtió.
El senador estadounidense Brian Schatz por Hawaii dijo que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias había movilizado recursos, tanto de monitoreo de incendios forestales como de cortes de energía y para problemas de suministro de agua.
La isla de Hawaii, con frecuencia llamada la Gran Isla, es la mayor de las ocho principales que componen este estado estadounidense del Pacífico, un archipiélago de 137 islas.
Por Frederic J. Brown – AFP
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