Thomas Homan, el jefe de la agencia encargada de los operativos migratorios dentro de Estados Unidos, dejará su puesto en junio por motivos familiares y solo seis meses después de que el presidente, Donald Trump, lo nominara oficialmente para el cargo.
Homan ocupa de forma interina desde enero de 2017 el puesto de director del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que depende del Departamento de Seguridad Nacional.
"La decisión de dejar el servicio público después de más de 34 años es agridulce, pero mi familia ha sacrificado mucho para que yo pueda dedicarme al servicio público y ahora me toca concentrarme en ellos", afirmó Homan en un comunicado, en el que lanzó un velado ataque a la prensa y a la clase política.
"Me siento -dijo- honrado e inspirado por los 20.000 patriotas estadounidenses que sirven a esta agencia y protegen a nuestra nación, cada vez más frente a las críticas injustas y falsas de los políticos y los medios".
En un principio, Homan tenía planeado retirarse en enero de 2017, pero accedió a permanecer como director interino del ICE a petición del anterior secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, ahora jefe de gabinete de la Casa Blanca, y durante un corto periodo de tiempo, mientras el Gobierno busca un sustituto.
El Gobierno no encontró a nadie y, el pasado noviembre, Trump nominó oficialmente a Homan para director del ICE, un puesto para el que necesita la aprobación del Senado.
Homan nunca compareció ante el Senado, siguió ejerciendo sus funciones como director interino y, a principios de este año, informó al Departamento de Seguridad Nacional de su decisión de abandonar el cargo en verano por circunstancias familiares.
En contraste con la versión oficial, medios locales aseguran que Homan se sentía apartado de las decisiones que estaba tomando en materia migratoria su jefa, la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, que asumió el cargo el pasado diciembre.
Cuando Nielsen se reunió con legisladores a principios de año para tratar de negociar un pacto migratorio, Homan no fue invitado y se sintió aún más frustrado, recoge The Washington Post.
En un comunicado, Nielsen lamentó la partida de Homan y lo alabó, considerando que es "un patriota" que siempre ha puesto el servicio público por encima de sí mismo.
Bajo su mando, el ICE incrementó notablemente el número de detenciones de inmigrantes, a los que deporta por residir ilegalmente en el país o por haber cometido algún crimen.
Solo entre enero de 2017, cuando Trump tomó posesión, y septiembre, cuando acabó el año fiscal anterior, los agentes del ICE detuvieron a 110.568 inmigrantes, lo que supuso un incremento del 40 % con respecto a todo el año fiscal de 2016 cuando, bajo el Gobierno de Barack Obama, hubo 77.806 detenciones.
Los agentes del ICE se encargan de detener a los inmigrantes para, luego, mantenerlos en centros de detención mientras un juez evalúa si pueden quedarse en el país o deben ser deportados.
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