(Cortesía Telemundo 51)
Todos los latinos que viven en el sur de la Florida conocen Presidente Supermarket, una cadena con más de 30 locales que tiene los productos de todas las colectividades, en particular de la cubana, y semanalmente ofrece especiales con descuento. Pocos latinos, en cambio, imaginaban que el dueño de la cadena, Manuel Marín, sería acusado por el homicidio de Camilo Salazar, el amante de su esposa, en 2011, en un caso con detalles sórdidos.
La imputación se hizo en ausencia: desde la muerte de Salazar, Marín abandonó su domicilio y presuntamente, los Estados Unidos. Su esposa, Jenny Marín, notó que faltaba su pasaporte. Un empleado lo llevó hasta el aeropuerto de Palm Beach donde pudo haber abordado un avión a Europa. La esposa cree que vive en España, y que desde allí la llamó pocos días después del crimen.
"Se presume que Marín huyó para no ser arrestado y enjuiciado por el secuestro y asesinato", dice la orden de procesamiento que firmó Christopher Villano, detective de la Policía de Miami-Dade.
Los cargos se formalizaron casi siete años más tarde, el 17 de abril pasado, cuando la fiscalía reunió pruebas suficientes para ordenar el arresto de Marín y otros tres acusados por homicidio, secuestro y conspiración: Alexis Vila, experto en artes marciales, quien obtuvo una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de 1996 cuando representaba a Cuba; Ariel Gandulla, ex luchador de artes marciales mixtas (MMA), y el entrenador y promotor Roberto Isaac.
Según The Miami Herald, Gandulla tiene paradero desconocido, probablemente fuera de los Estados Unidos, mientras que Isaac y Vila se declararon inocentes y quedaron detenidos en el Centro Correccional Turner Guilford Knight.
Michael Walsh, el abogado de Isaac, solicitó su excarcelación y argumentó que la relación de su cliente con Marín, quien era muy aficionado a la MMA, se limitó a llamarlo para solicitarle empleo.
Vila, quien pasó tres años en la cárcel por haber estrellado su automóvil Lincoln Navigator en el aeropuerto de Fort Lauderdale, protagonizó 15 peleas ganadas y 7 perdidas en la MMA con el apodo de "El Exorcista". El día del crimen —dijo su abogado, Eric Padrón, a Telemundo 51— participaba en una de ellas, en Las Vegas. Por el momento sigue detenido porque las autoridades pidieron a los tribunales que no lo liberen porque sus documentos le permitirían huir a Cuba.
La muerte de Salazar se mantuvo misteriosa desde que su cadáver calcinado apareció cerca de los Everglades en junio de 2011. Salazar trabajaba en la empresa de bienes raíces de su padre y vivía con su esposa en Coconut Grove. A las 10:30 de la mañana del 1 de junio de 2011 dejó a su hija de tres meses en la oficina de su esposa, Daisy Lewis, quien organizaba eventos, para buscarla una hora más tarde.
Nunca regresó. Su automóvil, un Chevrolet Trail Blazer, quedó estacionado cerca del lugar. La policía lo encontró días más tarde. Para entonces el cadáver ya había aparecido: con la cabeza marcada por los golpes, degollado, con quemaduras en la entrepierna. El momento de la muerte se estimó unas ocho horas después del momento en que Salazar dejó a su bebé.
La víctima mantenía un affair con Jenny Marín, esposa del cofundador y vicepresidente de Presidente Supermarket, quien había sido su novia muchos años antes. La mujer dijo a la policía que en febrero de 2011 su marido la sorprendió con Salazar en un café. Tomó las llaves del auto de ella y su celular, y la llevó por la fuerza hasta el vehículo; "completamente enfurecido", según declaró, confrontó al amante que se iba del estacionamiento:
—Bájate del carro para resolver esta situación como hombres.
La relación entre Salazar y Jenny Marín continuó. El 29 de mayo la mujer y su esposo partieron en su yate hacia Bimini, por unos pocos días. Ella declaró que Marín "hizo y recibió muchas llamadas telefónicas". Los registros telefónicos son parte de la acusación. Según la imputación, que ordena el arresto, el empresario del supermercado se mantuvo en contacto constante con Vila, Isaac y Gandulla el día del secuestro y asesinato de Salazar, cuando la pareja regresó a su casa.
Además, el rastreo de las llamadas permitió establecer que los teléfonos de Isaac y Gandulla se usaron cerca de donde desapareció la víctima, cerca del atracadero del yate de Marín (se especula que es posible que el secuestrado haya sido llevado ante su presencia) y luego en el área cerca de los Everglades donde apareció el cadáver. En el automóvil de Salazar se encontraron las huellas digitales de Gandulla.
Tras atracar en el muelle de Marín en Lighthouse Point, al norte de Fort Lauderdale, Marín se alejó de la casa, según la orden de procesamiento. Su esposa llamó a su amante, que no respondió. Marín regresó a la noche y continuó sus rutinas. Tres días más tarde, cuando salió para ir a trabajar, no volvió.
Según los investigadores, se mantiene en contacto con sus hijos mayores, de un matrimonio anterior, quienes están a cargo de algunos negocios del supermercado, que en 2014, según el periódico Sun Sentinel, facturó USD 700 millones. "Ofrecemos servicio a todo tipo de clientes, pero sobre todo a gente de clase trabajadora", dijo Joe Valls, vocero del comercio. "La gente sabe que con nosotros ahorra y consigue que su dinero le rinda más".
El comunicado de Supermercados Presidente
La familia de Supermercados Presidente está conmocionada por las alegaciones contra el señor Marín. El señor Marín fue propietario de algunas tiendas de Supermercados Presidente abiertas originalmente en la década de 1990.
Contrario a lo que ha sido reportado localmente, el señor Marín no fue el fundador de los Supermercados Presidente , y no ha estado involucrado de ninguna manera con la cadena desde su desaparición en el 2011.
El señor Marín no ha jugado ningún papel en el desarrollo de la compañía desde el 2002. La familia de Supermercados Presidente sigue fiel a la comunidad y espera una pronta y justa resolución de estas alegaciones.
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