Cuando la turbina del Boeing 737-700 de la aerolínea Southwest explotó el martes en vuelo entre Nueva York y Dallas, la piloto Tammi Jo Shults tuvo que maniobrar de emergencia y con 154 personas a bordo con un solo motor y hasta el aeropuerto de Filadelfia, el más cercano.
La aeronave había sufrido también una despresurización luego de que un pedazo de turbina destruyera una ventana. Como resultado, la pasajera Jennifer Riordan fue "succionada" por la descompresión explosiva y rescatada luego por las personas que viajaban a su lado. Pero la mujer murió luego en el hospital por las heridas recibidas, y otras siete personas resultaron lastimadas.
En este difícil contexto, la experimentada Shults, ex piloto de combate en la Fuerza Aérea de la Marina de Estados Unidos, descendió abruptamente para compensar la despresurización, redujo la velocidad y contactó a los controladores aéreos para encontrar una pista lo más cercana posible.
El diálogo que mantuvo con la torre de control en el aeropuerto de Filadelfia fue rescatado por diferentes medios estadounidenses, entre ellos, la cadena ABC.
En pocos minutos este intercambio muestra la calma y el profesionalismo tanto de la piloto como de los controladores aéreos en su afán por evitar una tragedia mayor y llevar a tierra a los 149 pasajeros y cinco tripulantes en el vuelo 1380.
"Nos falta una parte del avión, así que vamos a necesitar bajar la velocidad un poco", dice en un momento Shults, sin cambios en la voz ni rastros de miedo o ansiedad.
A continuación solicita un vector de aproximación de emergencia, y desde la torre confirman que han abierto el paso para que pueda aterrizar.
"¿Podría también enviar la unidad médica a encontrarnos en la pista? Tenemos pasajeros heridos", explica Shults tras haber obtenido la información técnica.
La torre, en cambio, le pregunta si el avión está en llamas, pero Shults señala que para ese momento la explosión ya había tenido lugar y no había incendio. Pero luego insiste: "No hay incendio, pero le falta una parte (al avión)".
"Dicen que hay un agujero y que alguien salió", reporta la ex piloto de cazabombarderos F-18 Hornet, habiendo recibido informes de su tripulación, pero sin saber aún que Riordan ya estaba dentro de la cabina.
"Perdón, ¿dijo que hay un agujero y que alguien salió fuera del avión?", responde la torre de control, en un único momento de incredulidad ante la situación. Pero luego se recompone: "No importa, lo solucionaremos allí. El aeropuerto está justo a su derecha, reporte el avistaje, por favor".
Shults ha sido llamado "heroína" y descrita como poseedora de "nervios de acero". Muchos de los pasajeros celebraron en redes sociales y ante la prensa la templanza y profesionalismo de la piloto que logró llegar a tierra a pesar de la situación crítica y evitó una tragedia mucho mayor.
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