Hasta el mes pasado, cuando comenzó el escándalo de Cambridge Analytica, Facebook había enviado un emisario a varios de los principales hospitales de los Estados Unidos y a organizaciones médicas de la importancia de la Facultad de Medicina de Stanford y el Colegio Nacional de Cardiología, para realizar un acuerdo que le permitiera acceder a información de los pacientes.
Se suponía que el proyecto, que iba a usar los datos previa protección mediante el anonimato, para una investigación que le permitiera vincular información personal como enfermedades y medicinas recetadas con aquella que publicaban sus usuarios, para ayudar a que los hospitales averiguaran qué grupos de pacientes podrían necesitar tratamientos o cuidados especiales.
La empresa de Mark Zuckerberg aclaró que actualmente el proyecto, que había llegado a la etapa de planificación, ha sido interrumpido porque la empresa se concentra en "otras labores de importancia, incluida la mejora de la protección de los datos de las personas". Según dijo a NBC un vocero de la plataforma, "no se ha recibido, compartido o analizado los datos de nadie".
En la denuncia original de Christina Farr, "Facebook sent a doctor on a secret mission to ask hospitals to share patient data" ("Facebook envió un médico en misión secreta para que pidiera a los hospitales que compartan los datos de los pacientes"), se establece que si bien la información personal que se iba a compartir iba a ocultar la identificación de los individuos, "Facebook propuso el uso de una técnica informática corriente, la función hash [que permite resumir elementos variables en una expresión fija] para vincular a los individuos en ambos conjuntos de datos".
Facebook aseguró que la información se habría usado solamente para investigaciones dentro de la comunidad médica pero, "dada la preocupación creciente porque la red social no da los pasos necesarios para asegurar a sus usuarios de terceras parte demasiado entusiastas, y a veces de la misma plataforma", según The Next Web, muchos querrían preguntar "si sería suficiente para proteger su anonimato".
Zuckerberg, que el 11 de abril tiene dos citas en el Congreso de los Estados Unidos, con los representantes y con los senadores, para hablar de las violaciones a la privacidad de 87 millones de usuarios de Facebook durante la campaña presidencial de 2016, además de las noticias falsas y las operaciones de agentes rusos en la red social, reconoció en una conferencia de prensa que toda persona que tenga una cuenta puede presumir que sus datos se usaron en algún momento. "En realidad tenemos que asegurarnos de que todos en nuestro ecosistema protejan la información de las personas", dijo, sobre el futuro.
Un representante de la compañía dijo a The Next Web sobre el proyecto secreto con los hospitales y organismos de salud: "Hace mucho que la industria médica ha comprendido que tener un círculo cercano de familiares y amigos trae beneficios generales para la salud. Pero es necesaria una investigación más profunda de este vínculo para ayudar a que los profesionales médicos desarrollen tratamientos específicos y planes de intervención que tomen en cuenta las conexiones sociales".
Agregó que no había superado la etapa de planificación y que se interrumpió el mes pasado.
Sin embargo, argumentó Bryan Clark en su artículo, "sigue en pie la pregunta de por qué Facebook necesitaría estos datos en primer lugar". Sobre la seguridad, comparó el proyecto de la plataforma con el monitor de salud y actividad física de Apple: "Existe una distinción importante. Apple guarda toda esta información en el dispositivo, no en la nube. No es accesible para nadie de Apple, ni para terceras partes que encuentren un resquicio en la aplicación".
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