Los agentes policiales respondieron a un llamado al 911 sobre un robo asegurando que un hombre estaba armado, por lo que decidieron descargar una ráfaga de balas en medio de la noche.
Poco después, descubrirían que el sospechoso, un afroamericano llamado Stephan Clark, tenía en su mano un celular. Y no estaba merodeando el vecindario, ya que era su propio jardín.
El hecho ocurrió el domingo en Sacramento y fue grabado por las cámaras de los uniformados. Allí, se ve cómo los oficiales avanzan por un callejón oscuro, hasta que notan cómo Stephan Clark caminaba hacia su casa.
"¡Muéstrame tus manos! ¡Detente!", grita uno de los policías, mientras el sujeto avanzaba hacia ellos. Cubierto por la esquina de la vivienda, se asoma para ver nuevamente al sospechoso y creyó identificar una pistola. "¡Arma, arma, arma!", avisa a su compañero, y ambos dispararon 10 veces cada uno contra Clark, quien no volvió a moverse.
"¿Acaso estaba en el lugar equivocado, en el momento equivocado?", se preguntó la abuela de la víctima, Sequita Thompson, en declaraciones al Sacramento Bee. "Vamos, no necesitaban hacer eso", lamentó. Además, resaltó que su nieto no coincidía con el perfil que buscaba la policía, ya que la denuncia hablaba de un sujeto alto y su nieto no era de gran estatura.
Ella se despertó con los disparos y luego comenzó a sospechar que la víctima sería un familiar, según la descripción de la policía. Stephan, padre de dos hijos y con planes de matrimonio con su novia, no vivía allí, pero se estaba quedando por unos días en su casa.
"Ustedes son asesinos", les reclamó a los oficiales.
Las autoridades no detallaron cuántas balas impactaron en el cuerpo de Clark, pero pasaron varios minutos hasta que los médicos se acercaron para asistirlo.
Los oficiales argumentaron que el protocolo indica que solo se debe brindar la ayuda "si puede hacerse con seguridad", pese a que en el video afirman más de una vez que el sospechoso no se movía.
Según cifras reportadas por el Washington Post, de las 987 personas que murieron a manos de la policía en 2017, 68 de ellas estaban desarmadas. Entre ellos, 30 eran blancos, 20 afroamericanos y 13 latinos. Si bien la cifra de población negra no es la más alta, sí muestra una alarmante sobrerrepresentación, teniendo en cuenta la proporción étnica de la población.
(Con información de AP/Washington Post)
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