Pensó que iba a ser una compra rápida. Por eso no le pareció problemático dejar su Kia Rio aparcado, pero con el motor encendido, en el estacionamiento de la gasolinera RaceWay.
Eran las 3 de la madrugada del martes y no había nadie alrededor. No vio al ladrón que, escondido, esperó que la mujer ingresara a la tienda y luego entró al auto y se lo llevó.
Después de recorrer casi 10 kilómetros, el delincuente escuchó un ruido. Al darse vuelta, se dio cuenta de que había un bebé en el asiento trasero.
Tras dar vueltas sin saber qué hacer, vio una gasolinera Sunoco e ingresó. Entonces, bajó del vehículo, tomó al niño y lo llevó en su sillita hasta el mercado del establecimiento.
"¡Toma al bebé! ¡Toma al bebé!", le gritó al conserje, que no entendía nada. Luego volvió al auto y se fue.
Michelle Ashby, dueña del local, llamó inmediatamente a la Policía. Cuando los agentes llegaron, alertaron a la madre del niño, que llegó media hora después. Su hijo estaba ileso.
Las autoridades difundieron una imagen en la que se ve claramente el rostro del ladrón. Pero, por el momento, se desconoce su paradero.
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