Un paquete con destino a Austin explotó la madrugada del martes y dejó un herido, en un incidente que la policía de Texas vinculó a los cuatro ataques que han dejado dos víctimas fatales y otros cuatro afectados en las últimas semanas.
El hecho ocurrió en una sede de la empresa de correos FedEx en Schertz, cerca de San Antonio, según informó la policía, poco después de la medianoche. Trascendió que en ese momento estaban trabajando unas 75 personas en el centro de distribución.
Según reportó CBS, una persona habría resultado afectada por la explosión, con heridas que no ponen en riesgo su vida.
According to schertz pd
A medium sized package exploded on a conveyer track with metal shrapnel and nails at the fedex ground processing plant in schertz. One person injured from the concussion of of the detonation of the package. #kens5eyewitness pic.twitter.com/uGcl1NddsF— GENE DE LA CRUZ (@gene78577) March 20, 2018
"Sería tonto para nosotros no admitir que sospechamos que el caso está relacionado" a las anteriores explosiones, indicó la agente del FBI Michelle Lee.
Los tres primeros paquetes bomba que aparecieron ante distintas puertas en el lapso de 10 días desde el 2 de marzo. En el cuarto ataque, el explosivo fue activado por un cable oculto, con características que ahondaron las interrogantes para los investigadores.
En un principio, la policía manejaba la teoría que se trataba de crímenes de odio, ya que las víctimas de los primeros tres ataques eran de minorías étnicas. Sin embargo, el cuarto ataque dejó heridos a dos jóvenes de raza blanca.
Tras buscar posibles vínculos entre los fallecidos y heridos, la policía admite que la existencia del cable trampa supone que la elección de las víctimas podría ser totalmente aleatoria, y no hay indicios sobre un perfil del sospechoso o los sospechosos.
"Estamos tratando claramente con lo que tenemos la expectativa de ser un atacante en serie, basado en las similitudes", declararon el domingo.
El caso ha recordado a los ataques de Theodore John Kaczynski, conocido como Unabomber, quien atacó entre 1978 y 1995 con un saldo de tres muertos y 23 heridos con 16 bombas, enviadas principalmente a universidades y aerolíneas. La investigación para dar con su paradero fue retratada en una serie recientemente estrenada en Netflix, lo que elevó la popularidad del atacante, todavía hoy en prisión.
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