Las autoridades locales investigan la relación de la explosión de este domingo en el área suroeste de Austin (Texas) con los tres anteriores casos de paquetes bomba registrados en la capital texana este mes, en una pesquisa que ya vio elevada a USD 115.000 la recompensa por informaciones que permitan dar con el autor del hecho.
En el caso más reciente, dos jóvenes resultaron heridos de gravedad debido a la explosión de este domingo, y los responsables de seguridad "están valorando la posibilidad" de que este nuevo artefacto fuera detonado a distancia, justo cuando las víctimas pasaban a su lado montados en bicicleta, según reportó el jefe de Policía de Austin, Brian Manley.
El método contrastaría con los incidentes anteriores, que se produjeron tras la apertura o manipulación de paquetes bomba dejados frente a sus viviendas. "Esto cambia las cosas, nuestro mensaje de seguridad en este punto era decirle a la comunidad que no manejara paquetes sospechosos o no los recogiera, ahora necesitamos tener un nivel extra de vigilancia y cualquier cosa que parezca fuera de lugar, no se acerquen a él", dijo el jefe Manley.
Este nuevo incidente aumenta la preocupación de la comunidad, puesto que es la cuarta explosión en menos de un mes que tiene lugar en la capital texana. "Estamos tratando claramente con lo que tenemos la expectativa de ser un atacante en serie, basado en las similitudes", agregó.
No obstante, se sostienen algunas diferencias alrededor del cuarto incidente. Además de la detonación a distancia, tenía elementos más sofisticados y los heridos fueron dos jóvenes blancos, mientras que en los ataques anteriores las víctimas fueron afroamericanos o latinos.
En las anteriores dos hombres negros perdieron la vida y dos mujeres, una de ellas de origen hispano, debieron de ser hospitalizadas con pronóstico reservado debido a las lesiones sufridas por la explosión de paquetes bomba.
Las autoridades trabajan con la hipótesis de que la autoría de las anteriores explosiones podría corresponder a la misma persona, aunque han reconocido de momento no tienen "ningún sospechoso". En principio, la recompensa por las informaciones del caso estaba cifrada en 15 mil dólares, pero en el fin de semana se elevó a 115 mil.
Horas antes de la cuarta explosión, Manley comentó que cree que los atentados tenían como objetivo "enviar un mensaje". Según señaló, "la persona o persoans entienden cuál es el mensaje y es o son responsables por armar o enviar estos dispositivos. Esperamos que esta persona esté mirando y nos contacte antes que otras personas sean heridas o asesinadas".
El nerviosismo por estos hechos también alcanzó este fin de semana al festival cultural South by South West (SXSW), que se celebró estos días en Austin, cuando una amenaza de bomba obligó a cancelar varios eventos en la noche de este sábado en una de las salas de conciertos de la ciudad. En este caso, la policía local consiguió detener al sospechoso, un joven de 26 años que fue puesto a disposición judicial horas más tarde acusado de un delito grave por amenaza terrorista.
Las autoridades policiales mantienen su recomendación a todas las personas de que no abran ni manipulen correspondencia que no esperen o de la que desconozcan su destinatario.
(Con información de AFP y EFE)
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