El gobierno de Estados Unidos condenó enérgicamente este lunes el ataque químico contra un ex espía ruso en el Reino Unido, evento que clasificó como "un escándalo".
"El uso de un agente nervioso letal contra ciudadanos británicos en suelo británico es un escándalo", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
"El ataque fue temerario, indiscriminado e irresponsable", agregó. Sin embargo, la portavoz de la Casa Blanca no responsabilizó a Rusia por el ataque, como había hecho poco antes la primera ministra británica, Theresa May, ante el Parlamento en Londres.
Al ser consultada sobre si consideraba que Rusia debía ser responsabilizada por lo ocurrido, Sanders se limitó a comentar: "Estamos del lado de nuestro aliado y lo apoyamos plenamente".
Estados Unidos e Inglaterra tienen una estrecha cooperación y varios acuerdos en el área de inteligencia.
Un portavoz del gobierno británico había dicho a la AFP que "hay conversaciones entre altos funcionarios de Estados Unidos y del Reino Unido. Y habrá más contactos en los próximos días".
Durante una semana la Casa Blanca se mantuvo en silencio sobre la tentativa de asesinar al exespía ruso Serguéi Skripal, quien vendió secretos al Reino Unido y posteriormente se instaló allí mediante un intercambio de espías con Rusia.
Este lunes, May dijo que el agente nervioso utilizado, de tipo militar, había sido desarrollado por Rusia.
En tanto, el gobierno ruso ha negado cualquier participación en los ataques, y este lunes advirtió a Londres que atribuirle la responsabilidad equivalía a jugar "un juego peligroso" que amenaza las relaciones bilaterales.
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