Pasar horas al día encorvado frente a la pantalla de un smartphone podría tener consecuencias mucho más graves de las que se creía. Una nueva condición médica denominada "cuello tecno" se está volviendo cada vez más común entre jóvenes adictos a sus teléfonos. Entre sus consecuencias, la pérdida de la curva natural de la cerviz, la cual podría detonar un desequilibrio fisiológico con devastadores efectos sobre la parte superior del cuerpo.
Un síndrome que antes solía ser identificado en personas de mediana edad, sobre todo oficinistas que pasan gran parte del día agazapados sobre la pantalla de una computadora u odontólogos que deben inclinarse sobre sus pacientes para tratarlos, ahora está siendo diagnosticado en miembros de las generaciones más jóvenes, quienes en su mayoría crecieron mirando las pantallas de sus consolas de videojuegos, smartphones y tabletas.
Un estudio publicado en 2016 por la firma de investigación norteamericana Influence Central reveló que la edad promedio en la que un niño recibe su primer smartphone en EEUU es de solo 10,3 años, lo que explicaría el marcado aumento de pacientes muy jóvenes diagnosticados con el síndrome que se caracteriza por el adelantamiento no natural de la cabeza.
Debido a la mala postura ocasionada por la inclinación excesiva ante las pantallas, con los hombros contraídos y una posición lejos de ser erguida, con el tiempo los músculos de la espalda alta se van estirando mientras que aquellos que se ubican en la parte frontal del tronco se debilitan, a medida que el cuello avanza peligrosamente hacia adelante.
Expertos aseguran que esto puede generar que la cabeza se sienta hasta casi cinco kilos más pesada de lo que realmente es, lo que provoca no solo problemas estructurales en la zona del cuello y la espalda sino también podría llegar a detonar problemas respiratorios y trastornos de pánico.
"Tener una postura inclinada hacia adelante tiene un impacto directo y profundo sobre la respiración. Los niños hoy se han convertido en respiradores superficiales, lo que afecta directamente sus niveles de ansiedad dado que su sistema nervioso no puede funcionar de manera adecuada", explicó el Dr. Brian Wallace, un reconocido quiropráctico basado en Nueva Jersey, en diálogo con el periódico The New York Post.
El galeno asegura que otras condiciones como el asma y distintos tipos de alergias se pueden detonar debido a la mala postura ocasionada por el uso de los smartphones. Las mujeres jóvenes por su parte son las más susceptibles al daño, dado que poseen una menor densidad muscular en la parte superior del cuerpo.
Los especialistas recomiendan tomar varios descansos tecnológicos al día, pararse del escritorio y mantenerse erguido durante unos minutos, además de practicar actividades restauradoras como el yoga, utilizar rodillos de gomaespuma para estirar, fortalecer la zona abdominal y los músculos superiores; lo que ayudará a mantener una buena postura en todo momento.
Para aquellos que no estén dispuestos a darle un descanso a su feed de Instagram, los expertos recomiendan colocar el teléfono a la altura de la cara y no perder la postura erguida en ningún momento.
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