Paul Manafort, ex jefe de campaña de Donald Trump, se declaró inocente y no colaborará con las investigaciones del fiscal especial Robert Mueller, lo que supone un revés para la pesquisa sobre la injerencia rusa y la presunta colusión del Partido Republicano con agente del Kremlin.
Mueller había realizado una segunda acusación sobre Manafort luego de que uno de sus principales socios, Rick Gates, se declare culpable y decida cooperar con los fiscales, lo que cerraba el cerco sobre el ex asesor de Trump.
Sin embargo, Manafort volvió a declararse inocente, por lo que la jueza Amy Berman Jackson fijó la fecha del inicio del juicio, programado para el 17 de septiembre.
Según los cargos presentados la semana pasada, Manafort pagó en secreto más de dos millones de dólares a un grupo de antiguos políticos europeos para hacer lobby a favor del ex presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich, apoyado por Rusia.
Manafort tomó brevemente -entre junio y agosto de 2016- las riendas de la campaña de Donald Trump, antes de ser despedido debido a los "conflictos de interés potenciales" con países extranjeros, según el presidente estadounidense.
Luego de conocer la declaración de Gates, Manafort había señalado: "Deseaba y esperaba que mi colega de negocios tuviera la fortaleza de continuar la batalla para probar nuestra inocencia. Esto no altera mi compromiso para defenderme contra las falsedades acumuladas en las acusaciones contra mí".
El pasado 30 de octubre, Manafort fue acusado de lavado de dinero y evasión fiscal de los recursos recibidos de Yanukovich. El ex lobbista, de 68 años, alega que la relación con el líder ucraniano se dio a mediados de la década de 2000 y por lo tanto fuera del alcance de la investigación de Mueller.
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