Con un selfie stick en la mano, Prentis Robinson se filmaba caminando por el parque lindero al campus de la Universidad Wingate. El video era transmitido en vivo a través de Facebook Live.
Al ver que un hombre se acercaba, decidió apuntarlo con su cámara. Fue lo último que hizo, porque quien llegaba era un criminal decidido a asesinarlo.
Robinson, de 50 años, cayó al piso tras recibir un disparo. La Policía lo encontró allí minutos más tarde, ya sin vida.
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El principal sospechoso es Douglas Colson, que por el momento se encuentra prófugo. Los investigadores no pudieron establecer si conocía a la víctima.
Una hipótesis es que el homicidio haya sido un ajuste de cuentas. Semanas antes de morir, Robinson había denunciado a una banda de narcotraficantes que actuaba en la zona.