Encadenadas, torturadas, golpeadas y violadas por su propio padre. Dos jóvenes con problemas mentales sufrieron un infierno en su propia casa durante años hasta que una de ellas pudo denunciar a las autoridades la situación, lo que llevó al arresto del sujeto, de 51 años, en Minneapolis.
Expertos que examinaron a las gemelas luego del rescate no dudaron en arrojar un "diagnóstico clínico de tortura" sobre las secuelas que vieron en sus cuerpos.
Según las autoridades, el brutal autor de los hechos, identificado como Jerry Lee Curry, comenzó su inhumana actividad cuando una de las gemelas comenzó a ser sexualmente activa y "sintió que estaba comiendo demasiado".
Una de las mujeres, que ahora tienen poco más de 20 años, denunció los abusos en mayo pasado, pero el caso se conoció esta semana ante la presentación formal de cargos contra el padre. En el lapso, las víctimas, junto a una hermana menor, fueron trasladadas a otro lugar para su cuidado.
Los desgarradores testimonios
"Me obligó a tener sexo. Él me hizo esto cada día desde que estaba en mi temprana adolescencia. También abusaba de mi hermana gemela", relató una de las jóvenes.
Una de las víctimas, que llegó a tener dos embarazos, indicó que no recordaba haber tenido comida suficiente. Posteriormente, se conoció que la hermana menor era en realidad hija de una víctima, mientras que el segundo embarazo, producto de las violaciones, estaba en curso cuando fue rescatada. Los abusos contra la niña de 10 años eran menos graves, ya que el sujeto consideraba que no era lo suficientemente grande.
Según revelan los documentos judiciales, las mujeres estaban atadas con una cadena para perros a la puerta de una habitación, "para evitar que vean a otros hombres" y que se acerquen a la cocina. Estando encadenadas, también sufrieron brutales golpizas.
"Me violó rutinariamente", dijo la otra víctima, explicando que los abusos sexuales ocurrían cuando la madre no estaba en la casa.
Los exámenes físicos mostraron que una de las gemelas había perdido una parte de su oreja y tenía severas cicatrices en su frente, cráneo y espalda. Además, tenía una cojera crónica, producto de haber tenido una cadena en el tobillo. Por si fuera poco, había perdido la visión en el ojo izquierdo luego de un fuerte golpe.
"Se siente tan bien no estar encadenada", agregó una de las víctimas. La cadena estaba tan oxidada que las heridas tenían gangrena, lo que obligó a una operación para evitar la amputación de los pies de la joven.
Jennifer Nepper, la propietaria de la casa en la que vivía la familia, indicó al Star Tribune que la madre de las gemelas también sufría cierto retraso mental.
Lee Curry, quien no tenía antecedentes criminales más que el haber conducido bajo efectos del alcohol, quedó acusado de varios crímenes, incluso abuso sexual en primer grado, asalto en primer y segundo grado y abuso de un adulto vulnerable. Su primera aparición ante los tribunales será este jueves, aunque tiene un derecho a fianza de USD 750 mil.
(Con información de AP)
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