Estados Unidos pidió este martes el fin de la "escalada de violencia" en Guta Oriental, el último bastión rebelde cerca de la capital siria Damasco, donde murieron este lunes al menos 106 personas por los ataques de las fuerzas sirias y rusas.
"Estados Unidos está profundamente preocupado por la escalada de la violencia en Guta Oriental, (…) una escalada que ha exacerbado ya el grave sufrimiento de más de 400.000 personas", indicó la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, en rueda de prensa.
"Llamamos a todas las partes a comprometerse incondicionalmente a rebajar la violencia. Rusia debe dejar de apoyar al régimen sirio y a sus aliados, son responsables de los ataques, de la extrema situación humanitaria y de la horrenda cifra de muertos", agregó.
Estados Unidos, explicó Nauert, apoya la petición de la ONU de que haya un cese al fuego de un mes de duración para que puedan efectuarse las evacuaciones médicas urgentes y suministrarse ayuda humanitaria.
La ONU calcula que unas 400.000 personas residen atrapadas por el asedio en Guta Oriental, cercado por las fuerzas gubernamentales sirias.
"Esto incrementa el número de individuos que requieren evacuación médica urgente. (…) Las tácticas sirias de asedio y matar de hambre están añadiendo al extremo desastre humanitario en Guta Oriental", señaló la portavoz estadounidense.
Desde hace dos días al menos 250 personas han muerto por los ataques en Guta Oriental: 17 civiles murieron el domingo y 127 ayer, que se suman a las víctimas mortales de hoy, de acuerdo al Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Los 127 fallecidos del lunes suponen el mayor número de bajas en Guta Oriental en un día desde 2015.
Además, al menos 1.200 personas han resultado heridas por este aumento de las hostilidades.
La escalada de violencia en Guta Oriental ha suscitado inquietud en organizaciones internacionales como Amnistía Internacional (AI), que describió hoy los ataques en esa región como crímenes de guerra.
Con información de EFE