Scott Beigel, uno de los tres maestros héroes que murieron protegiendo a los estudiantes de las balas de Nikolas Cruz en el tiroteo que dejó 17 muertos en una escuela de Florida, había dejado instrucciones a su novia por si algún día moría en una masacre escolar.
"Prométeme que si alguna vez me pasa esto, les vas a contar la verdad – cuéntales cuán patán soy, no hables de lo del héroe", le dijo el profesor de geografía a su novia Gwen Gossler un día en el que estaban mirando en la televisión las noticias sobre otro tiroteo en una escuela (algo muy frecuente en los Estados Unidos: ya hubo 13 en lo que va de 2018 en centros educativos de todo el país).
Gwen Gossler contó entre lágrimas la anécdota durante el funeral de Beigel en el Temple Beth El en Boca Raton, en Florida.
"Ok, Scott, hice lo que pediste", agregó la mujer. "Ahora puedo decirles la verdad. Vos sos una persona increíblemente especial. Sos mi primer amor y mi alma gemela".
Beigel fue una de las 17 víctimas de la masacre ocurrida en el día de San Valentín en la escuela de Parkland. El profesor abrió un salón de clase e introdujo a los estudiantes cuando empezó el tiroteo. Luego bloqueó la puerta para protegerlos y fue herido mortalmente, según contaron varios estudiantes.
"Gracias por darnos esta persona increíble y darle el poder para ser más fuerte de lo que jamás podría haber sido yo", dijo Kelsey Friend, una de sus estudiantes a la cadena CNN, al agradecer la familia de Beigel.
El profesor había descubierto su vocación para la docencia a los siete años de edad, tras participar a una colonia de verano en Pennsylvania, indicó el diario local Orlando Sentinel.
Por su parte, su tío Mark criticó la noticia según la cual el FBI recibió una denuncia sobre el tirador de Florida y no la investigó. Dijo que fue un "fracaso épico" y acusó a las autoridades de ser responsables de las muertes.
LEA MÁS: