El 20 de febrero de 1939, 20.000 norteamericanos nazis se reunieron en el Madison Square Garden. El evento sucedía mientras Hitler terminaba de levantar su sexto campo de concentración en Europa pero en Nueva York nadie parecía preocuparse demasiado… salvo Isadore Greenbaum, un fontanero de Brooklyn que no soportó ver a tantos compatriotas antisemitas juntos.
"Fuera hitler", gritó al momento de irrumpir en el estadio. Rápidamente fue controlado por una veintena de guardias que lo golpearon salvajemente. Los nazis americanos presentes celebraban cada uno de los golpes.
Su proeza salió a la luz con la recuperación de imágenes inéditas de aquella noche. El cortometraje se llama "A Night at the Garden" (Una noche en el Garden) e incluye escenas del interior del Madison Square Garden durante el evento. El video es escalofriante ya que muestra una ostentosa ceremonia nazi ataviada de banderas estadounidense. Hasta le himno de los EEUU cantaron.
El acto había sido organizado por un grupo llamado German American Bund y contó con el discurso de Fritz Kuhn, naturalizado como ciudadano estadounidense cinco años antes del evento.
"Damas y caballeros, queridos estadounidenses, patriotas estadounidenses", empezó su discurso Kuhn. "Seguro que saben quien soy por la prensa controlada por los judíos (…) Exigimos que nuestro gobierno sea devuelto a la gente que lo fundó, luchamos por una sociedad estadounidense regida por blancos y no judíos; queremos sindicatos libres de judíos y de dominación de Moscú", estaba diciendo el orador cuando el fontanero interrumpió.
Gritó lo más fuerte que pudo "fuera Hitler", llegó hasta el escenario y allí comenzó la brutal golpiza que terminó con él preso.
Greenbaum tenía en ese entonces 26 años, vivía con su mujer Gertrude y su pequeño hijo. Se había colado en el estadio para escuchar. No tenía planeado intervenir pero a medida que el discurso y al parafernalia nazi seguía su curso se enfureció. No toleró lo que estaba sucediendo y reaccionó.
Su mujer debió reunir 25 dólares de fianza para que no pasara 10 días preso. The New York Times transcribió su conversación con el juez durante su audiencia en los tribunales.
"Fui al Garden sin ninguna intención de interrumpir", dijo Greenbaum, "pero como hablaban tanto contra mi religión y había tanta persecución, perdí la cabeza y sentí que era mi deber hablar", explicó el fontanero.
"¿No se dio cuenta de que personas inocentes pudieron haber sido asesinadas?", preguntó el juez.
El fontanero le respondió con crudeza y mucha verdad: "¿No se da usted cuenta de que muchos judíos pueden ser asesinados por este tipo de persecución?".
Dos años después, EEUU entró en guerra con la Alemania nazi y el fontanero del Madison Square Garden se enroló en el Ejército.
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