El Senado de los Estados Unidos y la Cámara de Representantes aprobaron este viernes el acuerdo presupuestario después de que un retraso de varias horas llevase al Congreso a superar el plazo límite de medianoche y obligase a un nuevo cierre temporal del Gobierno.
El acuerdo, que fue aprobado por 71 votos a favor y 28 en contra en el Senado, y por 240 a 186 en el otro pleno legislativo, fue enviado a la Casa Blanca para que Donald Trump lo firme.
Así, el segundo cierre del Gobierno del año en los Estados Unidos fue fugaz. Se dio porque el el senador republicano Rand Paul bloqueó la votación en protesta por el aumento del gasto y del endeudamiento que prevén las cuentas.
Este proyecto presupuestario fue acordado esta semana entre los republicanos y la dirección demócrata, y tiene el aval de la Casa Blanca.
"Con toda honestidad, de buena fe, no puedo simplemente mirar hacia otro lado ahora que mi partido es cómplice del déficit", afirmó Paul en su discurso en el Senado.
"Cuando los republicanos están al mando —añadió—, no hay un partido conservador. Muchos de los llamados conservadores pierden la cabeza".
La propuesta aprobada en el Senado pasa ahora a la Cámara de Representantes, que también tiene previsto votarla esta madrugada para permitir una rápida reapertura de la Administración y limitar, así, las consecuencias del cierre.
Si el Congreso y la Casa Blanca aprueban los fondos antes de que el grueso del aparato público se ponga en marcha de aquí en unas horas, evitarán que cerca de 800.000 funcionarios —los considerados "no esenciales"— tengan que quedarse en sus casas suspendidos de empleo y sueldo.
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