Un terrorista del Estado Islámico. Un miembro de la Mara Salvatrucha. Un rapero latino. Los tres, armados, atacan a una pareja blanca, bien vestida, en un callejón de mala muerte. La mujer profiere insultos a sus asaltantes. El hombre, aparentemente su marido, intenta calmarla: "Ahora, dulzura… creo que ellos prefieren ser llamados dreamers… o futuros demócratas".
La caricatura de Sean Delonas fue publicada como apertura de la sección opinión del diario Albuquerque Journal. Todo un editorial en forma de broma. Pero lo que debía ser un juego de palabras y una postura política, terminó siendo un bumerán para el periódico.
Es que la publicación provocó la inmediata reacción de grupos de inmigrantes que vieron un severo rasgo racista en el dibujo, en medio de un tenso debate en los Estados Unidos entre demócratas y republicanos sobre materia de inmigración.
Incluso, los dreamers —hijos de inmigrantes llegados a territorio norteamericano siendo menores de edad— también forman parte de la discusión en Washington. Durante la administración de Barack Obama, a estos niños se les dio un estatus especial para allanarles la ciudadanía. El programa expiraría el próximo mes.
El miércoles por la noche, el editor en jefe del Albuquerque Journal ofreció unas disculpas públicas por el desafortunado dibujo. Pero no solo eso, Karen Moses debió extenderlas a una publicación más extensa en el diario que conduce.
"Las caricaturas políticas a menudo son sátiras y profundizan más de un punto de vista. No pretendo saber qué estaba tratando de transmitir el dibujante Sean Delonas en su caricatura que fue publicada en el Albuquerque Journal el miércoles. Pero en un nivel nos pareció estar hurgando en la retórica del presidente (Donald) Trump al retratar a una temblorosa pareja republicana que pintaba a los dreamers con una pincelada amplia y totalmente falsa", escribió Moses en su descargo al reconocer que no fue el mensaje que recibieron sus lectores.
"En retrospectiva, en lugar de generar debate, esta caricatura solo inflamó las emociones. Esta no era la intención, y por eso, el diario se disculpa", manifestó la editora en jefe.
Pero la disculpa no fue suficiente para algunos de sus lectores y para aquellos que sin serlo decidieron manifestarse en las puertas de la editorial para expresar su descontento. Una de ellas fue una mujer identificada como Margarita Maestras, quien ingresó al hall central del edificio y decidió cancelar la suscripción al periódico luego de 17 años como lectora.
El dibujante, Delonas, se mostró irónico luego de que los demócratas de Nuevo México lo habían repudiado por su obra. "Hoy, los senadores y legisladores (todos demócratas) de Nuevo México se tomaron el tiempo para condenarme. Siempre disfruté molestar a los políticos. Me hace sentir como si estuviera de nuevo en el New York Post", escribió en su perfil de Facebook.
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