Un video que salió a la luz esta mañana muestra el momento en que los hijos de la familia Turpin escapan de la casa del horror y abordan una camioneta plateada aparcada en la entrada para autos.
La grabación revelada por las cámaras de videovigilancia capta el momento en que los niños salen de la casa donde David Turpin, de 57 años, y su esposa Louise, de 49, fueron detenidos por acusaciones de maltrato infantil. Entre otros delitos, la pareja está siendo investigada por abusos sexuales y por privar a sus hijos de su libertad encadenándolos a sus camas.
En la medida que los niños se montan dentro de la van, con uno de ellos aparentemente cargando a su hermano menor en sus brazos, se puede ver cómo al mismo tiempo se acercan autos de policías desde la misma dirección por donde finalmente escapa la camioneta.
Los 13 chicos, que vivían en Perris, cerca de Los Ángeles, pudieron huir de su cautiverio luego de que la hermana de 17 años lograra escapar y alertar a las autoridades de su situación.
La adolescente había tramado su escape junto con sus hermanos durante dos años, pero nunca se había animado a concretarlo por miedo a ser asesinada por sus padres en represalia.
Según Crime Watch Daily, los policías están analizando la posibilidad de llevar perros profesionales a la casa del horror para detectar la presencia de cuerpos humanos escondidos bajo tierra. Los agentes creen que la pareja pudo haber tenido más hijos que hoy podrían estar enterrados en su propiedad.
También buscan realizar pruebas de ADN a todos los hermanos para confirmar su parentesco.
Los Turpin aislaron a sus hijos del mundo sometiéndolos a un sistema de educación doméstico e invirtiendo su ciclo de sueño para que permanezcan despiertos a lo largo de la noche y dormidos durante el día, fuera del alcance de la vista de los vecinos. A tal extremo fue su aislamiento que cuando escaparon del hogar, algunos de los niños no sabían lo que era un oficial de policía.
Una audiencia en el Tribunal del Condado de Riverside escuchó que 12 de los 13 niños en la residencia habían sido sometidos a una serie de torturas durante varios años. En el momento del hallazgo, una de las hijas de 29 años de edad pesaba tan solo 31 kilogramos.
David y Louise Turpin enfrentan cargos por múltiples casos de tortura, maltrato infantil, abuso de adultos dependientes y encarcelamiento falso. Por su parte, el padre también fue acusado de realizar un acto lascivo a un niño menos de 14 años.
"La victimización pareció intensificarse con el tiempo", dijo Mike Hestrin, el Fiscal del Distrito del Condado de Riverside. "Lo que comenzó como negligencia se volvió un severo, generalizado y prolongado abuso infantil".
Vestidos de negro y con las manos esposadas, ambos padres se declararon no culpables en los tribunales. Mientras permanecían tranquilos y sonrientes, la acusación narraba como solo su hijo de dos años de edad se había librado de las incesantes torturas.
Ambos enfrentan una sentencia de 94 años de prisión o cadena perpetua si son declarados culpables de más de 24 cargos. Según el fiscal del caso, los niños fueron encadenados a sus camas durante meses y a menudo tenían prohibido ir al baño o ducharse más de una vez al año.
El juez Michael Donner ordenó a cada acusado permanecer detenido bajo fianza de USD 12 millones y fijó la próxima audiencia para el 23 de febrero.
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