Una cantidad cada vez mayor de embarazadas consume marihuana en los Estados Unidos, aunque no se ha cambiado la recomendación oficial de no hacerlo durante la gestación. El hábito se expande más rápidamente entre las adolescentes y las adultas jóvenes: entre las madres menores de 18 años pasó de 13% en 2009 a 22% en 2016 y en las de entre 18 y 24 años, pasó de 10% a 19%, según un nuevo estudio publicado por la revista académica de la Asociación Nacional Médica (JAMA).
No existen estudios en humanos que relacionen el consumo de marihuana con la pérdida del embarazo, pero los estudios en animales indican que el peligro aumenta si el uso de cannabis sucede en los primeros meses, según el Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas (NIDA). También existen pruebas de que el consumo en durante la gestación puede influir en problemas de desarrollo e hiperactividad en los niños. Hay datos contradictorios sobre la influencia en bajo peso al nacer y muerte de fetos, pero con todo el panorama indica un potencial de impacto negativo. El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos aconseja que las mujeres no usen marihuana mientras busquen un embarazo, durante la gestación y mientras amamanten a sus hijos.
El nuevo estudio, realizado por las médicas Kelly Young y Nancy Goler de Kaiser Permanente en Oakland (California), confirmó por primera vez la tendencia que se había insinuado de manera colateral en otras investigaciones nacionales: el consumo pasó del 4% al 7% entre las embarazadas en general. En lugar de basarse sólo en un cuestionario, las participantes también se realizaron un estudio de toxicología.
"La marihuana es la droga ilegal que se usa con más frecuencia durante el embarazo", señaló el estudio. "Y su uso va en aumento".
Young, Goler y sus colegas analizaron la información de más de 279.000 embarazadas que aceptaron la revisión estándar del consumo de cannabis como parte de su atención prenatal. Los exámenes de orina mostraron que las pacientes no siempre revelaban el consumo en los cuestionarios: 55% de las que dieron positivo no lo había señalado.
Dado que la marihuana se puede detectar hasta 30 días luego de su último consumo, algunos estudios pueden haberse hecho antes de que las mujeres resultaran embarazadas.
"Apenas estamos comenzando a entender el uso del cannabis en el embarazo", dijo a Reuters Marcel Bonn-Miller, de la Universidad de Pennsylvania. "Aunque quizá los resultados de la revisión en California no reflejen las tasas del uso de la droga en otras partes, la tendencia es alarmante".
Bonn-Miller se refería al uso legal de la marihuana médica, que existía en California desde 1996. En realidad, 28 de los 50 estados tienen leyes que permiten el consumo de cannabis con prescripción. Y hay también estados —California mismo, desde 2018; el D.C., Massachusetts, Colorado, Nevada, Oregon Washington y Alaska— que han legalizado el uso recreativo.
Del mismo modo que el alcohol y el tabaco son sustancias de venta libre y se desaconseja su uso durante el embarazo por sus efectos negativos, el cannabis es peligroso durante ese periodo. "Puede que su uso entre embarazadas aumente en parte porque la legalización de la marihuana ha hecho que la gente piense que la droga es menos peligrosa", dijo a Reuters Barbara Yankey, profesora de salud pública en la Universidad Estatal de Georgia.
La experta agregó que los efectos negativos y las complicaciones dependen también de la frecuencia y la dosis.
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