Miles de vuelos en los Estados Unidos han cancelado o se han retrasado por la tormenta de invierno que azota la costa este. Según FlightAware, ya son más de 2.800 los vuelos suspendidos.
There are many flight cancellations at #LGA airport due to #winterstormgrayson. Travelers are urged to contact their airline to determine flight status before arriving at #LaGuardia. pic.twitter.com/pgixnh9UPS
— LaGuardia Airport (@LGAairport) January 4, 2018
Los centros de viaje de esa zona fueron los más afectados. Es que más del 90% de los vuelos en el aeropuerto La Guardia, de Nueva York, fueron cancelados, mientras que la operación en Newark Liberty, Nueva Jersey, es restringida.
Las autoridades de Nueva York anunciaron medidas especiales para enfrentar el ciclón bomba. "Nos está llegando una fuerte tormenta, con condiciones muy peligrosas", afirmó el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio. Las previsiones meteorológicas indican que el impacto más fuerte se sentirá en Long Island, al este de Manhattan, y en partes de la costa de los estados vecinos de Nueva Jersey y Connecticut. En principio, el máximo de nieve que caerá llega a 30 centímetros en algunas zonas.
Desde Maine a la Florida, todos los estados tienen diferentes alertas meteorológicas: es decir, a lo largo de 2.400 kilómetros de la costa del Atlántico. Hay refugios de emergencia en todos los estados, y las clases ya se interrumpieron en toda la franja desde el norte hasta la ciudad de Nueva York, inclusive.
Hacia el sur, ciudades como la histórica Charleston, en Carolina del Sur, acumularán 10 centímetros de nieve; ya se cerraron varias pistas de su aeropuerto y se informó sobre distintos accidentes causados por el mal tiempo. Savannah, en Georgia, sufrió un éxodo de turistas, que en esta época del año ocupan la localidad. El aeropuerto debió cerrar poco después de que el estado se declarase en emergencia por las primeras nevadas en 30 años. Incluso en lugares de la Florida, como Tallahassee y Monticello, también nevó.
El gélido cóctel invernal podría causar grandes cortes de electricidad y helar la superficie de las carreteras, complicando la movilidad de millones de estadounidenses, informó el NWS (el servicio meteorologico) en una serie de advertencias.
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