Debieron pasar 40 años de servicio para que el jefe de policía John Tedesco admitiera que se trataba del peor crimen que había visto en su larga historia como oficial. Cuatro décadas hasta tener que investigar un asesinato múltiple que conmueve al estado de Nueva York y a gran parte de los Estados Unidos.
El asesinato tuvo como víctimas a dos mujeres y a dos menores. Pero más allá del número de muertos, lo que sacudió las emociones de Tedesco fue la manera en que los mataron. Algo que no olvidará jamás.
El hecho ocurrió el pasado martes en la ciudad de Troy. El propietario de la vivienda arrendada por las víctimas recibió una llamada por la tarde. En ella le pedían que chequeara el estado de esos inquilinos. Que golpeara la puerta e ingresara. Lo hizo. Y al irrumpir se encontró con la escena de cuatro personas tendidas en el suelo inconscientes.
El gerente del lugar llamó al 911 de inmediato. Al hacerse presente la policía, dieron por muertos a los cuatro. En una conferencia de prensa posterior, Tedesco diría que lo que vio nadie podría olvidarlo. Pero no quiso dar detalles a los periodistas presentes. "Fue salvaje", solo alcanzó a resumir, según consignó el diario The New York Times.
Según publicó el periódico Times Union de Albany, las víctimas estaban atadas con las gargantas cortadas. La sangre estaba por todo el lugar. Los investigadores no encontraron el arma homicida en la escena del crimen y por el momento no hay sospechosos.
La identidad de las mujeres y los niños muertos no fueron informados aún, aunque sí sus edades: 36, 22, un pequeño de 11 años y una de 5. Al parecer, ambas mujeres "mantenían una relación", según las autoridades.
La tranquila ciudad de Troy, al este del Río Hudson y al norte de la ciudad de Nueva York, se vio conmovida por los crímenes. Pero por el momento los investigadores no tienen indicios de qué pudo haber ocurrido durante la tarde del martes. Lo que sí tienen en claro es que no fue un asesinato al azar, sino que estuvo planificado y los responsables fueron directo a las víctimas.
Lo que está descartado es que las víctimas estuvieran envueltas en algún tipo de situación irregular o ilegal. "No estaban en el radar de la policía de Troy", indicó Mark McGrath, consejero del condado y representante del vecindario ante el gobierno local.
El mayor de la ciudad, Patrick Madden, pidió al resto de la comunidad que tratara de aportar datos, si los tuvieran, al menos de manera anónima. "Troy es una ciudad fuerte, flexible, que siempre se une para apoyar a sus vecinos y amigos", indicó. Ahora espera que alguno de esos vecinos aporte información para dar con el o los asesinos de este crimen que conmueve al estado.
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