La profesión más respetada por los estadounidenses es la enfermería. Para el 82% de los consultados en una encuesta realizada por Gallup entre el 4 y el 11 de diciembre, los estándares de ética y honestidad de los enfermeros son altos o muy altos. Un 16% considera que son regulares y apenas un 2% los estima bajos o muy bajos.
Este 2017 fue el 16º año consecutivo en el que la consultora realizó este mismo estudio de opinión pública, que repasa el prestigio que las personas le asignan a 22 profesiones. Los enfermeros estuvieron siempre al tope del ranking, con la única excepción de 2001, cuando se incluyó la posibilidad de calificar a los bomberos, que alcanzaron un 90% de reconocimiento tras su labor en los ataques contra las Torres Gemelas.
El segundo lugar es ocupado por los militares, con un 71 por ciento. Los otros que suman más calificaciones positivas que regulares o negativas por su ética y honestidad son maestros, médicos, farmacéuticos, policías, cuidadores de niños, jueces y sacerdotes.
Los religiosos se cuentan entre los que más cayeron en la estimación pública en las últimas décadas. En 1985, el 67% los consideraba altamente honestos, 25 puntos más que ahora. Para Gallup, es una consecuencia de las denuncias por abuso sexual de menores que se acumularon en años recientes.
La profesión que más rechazo genera es congresista. Para el 60% de las personas, sus estándares éticos son bajos o muy bajos, y sólo el 11% considera que son altos o muy altos. Los lobbistas, que en Estados Unidos son legales y están muy regulados, tienen dos puntos menos de rechazo (58%), pero también reciben menos opiniones favorables (8%).
Otras profesiones muy poco valoradas son: vendedor de autos (10%), publicista (12%), ejecutivo (16%), abogado (18%) y político de nivel estadual (19%).
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