Una joven madre de Tennessee dio a luz a una niña gracias a un embrión congelado casi al mismo tiempo de su propio nacimiento, hace un cuarto de siglo atrás. El nacimiento natural de Emma Gibson se convirtió en un verdadero hito de la medicina.
"¿Entiendes que yo solo tengo 25 años? Este embrión y yo podríamos haber sido mejores amigas", comentó la orgullosa madre, Tina, quien tenía sólo un año y medio cuando se congeló el embrión que se convirtió en su hija el pasado 25 de noviembre.
Gibson y su marido Benjamin, de 33 años, no lograban concebir de forma natural debido a que ella sufre de fibrosis quística, algo que puede llevar a tener problemas vinculados con la infertilidad. Ambos contemplaron la idea de adoptar un niño, pero todo cambió cuando se enteraron de la existencia del Centro Nacional de Donación de Embriones con sede en Knoxville, Tennessee.
La historia detrás de Emma comenzó mucho antes de que los Gibson la "adoptaran" a ella y a otros cuatro embriones de la misma donante de óvulos. Creados por otra pareja para la fertilización in vitro, fueron congelados el 14 de octubre de 1992 con la intención de dar una nueva oportunidad a quienes no pudieran concebir de forma natural.
En diálogo con CNN, Tina explicó que "solo quería tener un bebé" y que en ningún momento se propuso marcar un hito científico. "Estamos tan agradecidos, ella es un precioso regalo de Navidad". A pesar de no compartir genes con su hija, su padre Benjamin destacó que siente a Emma como de su propia sangre. "Apenas llegó al mundo, me enamoré de ella" dijo.
MIRACLE BABY: Emma Wren was born after being frozen for more than 24 years as an embryo. Her mother says she's a miracle and will have quite the story to tell someday. @wbir READ: https://t.co/iSAw1Yk1jQ pic.twitter.com/k6TFCqLJNg
— Madison Wade (@madisoncwade) December 19, 2017
"Llegué a casa un día y le dije a Benjamin que debíamos aplicar para la adopción de un embrión", dijo Tina a CNN. Esa misma noche comenzarían el trámite online que los llevaría a ser aprobados y a comenzar el proceso de selección que los obligó a repasar más de 300 perfiles distintos en el lapso de dos semanas. "Eran tantos, ¿cómo elegir uno sobre otro?".
Con una altura de 50 centímetros y un peso de casi 3 kilogramos, Emma nació de forma saludable sin saber que se convertiría en el embrión humano congelado por más tiempo que resultaría en un nacimiento exitoso, al superar por 4 años en antigüedad al anterior récord. La pareja compartió que finalmente decidieron elegir un perfil que se asemejara al de ellos en cuanto a altura y peso, además de considerar la historia médica.
Según consigna el Washington Post mediante cifras del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de los EEUU, cerca del 12 por ciento de las mujeres norteamericanas entre 15 y 55 años, o el equivalente a 7,3 millones de personas, han utilizado algún tipo de servicio de fertilización. El uso de tecnologías de reproducción asistida se ha duplicado en la última década y solo en 2015, dichos procedimientos resultaron en el nacimiento de 73.000 bebés, alrededor del 1,6 por ciento de todos los nacimientos en los EEUU.
"Emma es un verdadero milagro", dijo Benjamin. "Creo que se ve perfecta para haber pasado congelada todo este tiempo", bromeó el flamante padre que pasará su primera Navidad junto con su mujer e hija, convertida en un singular nuevo récord mundial.
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