Su padre estaba preocupado. Su hija tenía un día sin aparecer desde que había salido a pasear a sus perros. Por esto tomó la decisión de salir y buscarla en el lugar que ella frecuentaba.
El hombre se adentró en un bosque cerca a su casa. Buscó, gritó su nombre. Nada, ni un rastro. Siguió caminando y se encontró con los perros que custodiaban lo que, en un primer vistazo, parecía el cadáver de un animal. Pero no.
"Con mucho horror descubrió que no lo era", dijo Jim Agnew, sheriff del condado de Goochland, en el estado de Virginia (EEUU).
Fue espeluznante lo que hicieron. En mis 40 años de servicio jamás he visto algo parecido
Las pericias de los investigadores determinaron que Bethany Lynn Stephens, una mujer de 22 años, que medía 1.55 metros y pesaba unos 45 kilos, había sido devorada por sus dos mascotas, unos portentosos perros mezcla de pitbull con otras razas que aún no han sido determinadas.
"Los perros claramente, por lo menos de lo que hemos estimado en una noche oscura, tuvieron que ver con esto. Fue espeluznante lo que hicieron. En mis 40 años de servicio jamás he visto algo parecido. Espero que no tenga que volver a ver algo así", declaró Agnew a medios estadounidenses sobre el hecho que ocurrió el jueves.
Los oficiales del condado y personal del departamento de animales duraron al menos una hora intentado tranquilizar a los perros, que parecían bestias poseídas. En el área había pedazos de ropa, hilachas, llenas de sangre.
"Duramos un montón de tiempo en la escena e hicimos algunas observaciones, pero por respeto a la familia no las divulgaremos", dijo Agnew.
Las autoridades aún no han podido determinar por qué los perros atacaron tan salvajemente a su dueña. De acuerdo con los resultados forenses, la joven primero fue atacada en el cuello y cara.
Además, tenía heridas en las manos y brazos, lo que indicó que estaba vivía mientras la devoraban.
"Parece que la tiraron al suelo, perdió el conocimiento y los perros la devoraron hasta la muerte. No había marcas de estrangulación. La víctima tenía punciones en su cráneo, esto no fue un homicidio", aseguró Agnew.
Sin embargo, Barbara Norris, amiga de Stephens, cree imposible que los perros, que la víctima crió desde cachorros, la hayan podido matar, sobre todo de forma tan horrenda.
"Ellos te matarían, pero de besos", dijo Norris a la cadena NBC, quien sugiere que algo más pudo haber pasado con su amiga, y que los perros, por el contrario, solo intentaron ayudarla.
No obstante, el sheriff se mantiene en que fueron los perros los culpables de la muerte de la joven. Por su parte, la familia de Stephen pidió aplicarle la eutanasia a los animales.
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