"Lectura silenciosa… quiero matar niños, pero como soy un amoroso cristiano que nunca lastimaría a una pulga, por favor tomen asiento y lean". Eso fue lo que escribió Kris Burghart durante su clase de octavo grado en la Escuela Media Otho E. Stuart en Commerce City, Colorado.
La frase fue proyectada por Burghart durante una de sus clases. Pero trascendió las cuatro paredes de ese aula y llegó a la opinión pública que se indignó con el comportamiento del maestro. Un alumno tomó una fotografía del mensaje y se lo mostró a sus padres, quienes denunciaron la conducta ante las autoridades del centro educativo. ¿Cómo podía ser que disfrazada de broma hiciera una amenaza contra los alumnos?
El superintendente del Distrito Escolar 27J, Chris Fiedler, reprochó la actuación del profesional de la educación. "Es mi firme convicción que nunca, bajo ninguna circunstancia es aceptable amenazar con dañar a nuestros estudiantes. Ni como una herramienta del maestro, como una frustración, ni como una broma", sostuvo Fiedler. Luego, informó que Burghart había renunciado a su posición como profesor de la escuela Otho E. Stuart.
Fabricio Velez, director de la institución, había sido informado del incidente por un padre, quien preocupado por la situación, le mostró la captura que su hijo había hecho de la pantalla. El hecho ocurrió el pasado 1 de diciembre. El principal dijo que todas las acusaciones se tomaron "seriamente" y que la seguridad de los alumnos no estuvo en peligro nunca.
Un padre señaló que podía tratarse de un "mal día", pero que en ciertas tareas, la persona a cargo no podía permitirse tener un "mal día" como alguien sin nadie a su cargo. "Todos tenemos malos días, pero una persona en una posición de confianza con nuestros estudiantes, no importa cuán malo puede ser tu día. No hablas de esa manera, no escribes de esa manera", indicó el hombre que no quiso ser identificado.
Pero no todos creyeron que se trató de una amenaza y ven la partida del profesor como algo negativo. Es que Burghart tenía buena reputación y era popular entre los alumnos. Los comentarios en el perfil de Facebook del colegio se multiplicaron: algunos en contra del maestro, pero muchos a favor, calificando como injusta la decisión tomada.
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